Asunción, PARAGUAY (Agencia Fides, 04/11/2021) - La Conferencia Episcopal Paraguaya, reunida
para su Asamblea General Ordinaria los días 1 y 2 de noviembre, ha
expresado con un breve comunicado del 3 de noviembre “su honda
preocupación en relación con toda acción que debilite la independencia
judicial y propicie una posible manipulación política en el grupo de
magistrados responsables de velar por la equidad, la jurisprudencia, el
derecho y la aplicación recta de las leyes nacionales en el marco
jurídico establecido por la Constitución Nacional”.
A este respecto, la inclusión del senador Víctor Ríos, actualmente
activo en política, en la lista de candidatos para el puesto de ministro
de la Corte Suprema de Justicia está causando controversia en el país.
La Cámara de Anunciantes del Paraguay (CAP) se ha pronunciado en contra
del nombramiento por considerar que “la posibilidad de que un político,
miembro de uno de los poderes del Estado, sea designado por sus pares
como miembro de la máxima instancia de otro poder es, cuando menos,
perjudicial y sentaría un nefasto precedente al permitir, con este
nombramiento, la intervención de un miembro político en un órgano
colegiado que debe caracterizarse por su independencia e imparcialidad”.
El comunicado de los obispos, recibido en la Agencia Fides, expresa “la
extrañeza de los obispos” y pide “aclaraciones debidas a la ciudadanía,
así como el respeto a los procedimientos definidos y al espíritu que
debe prevalecer en todo acto que involucra el nombramiento de
autoridades, sobre todo en el Poder Judicial, institución fundamental
para la democracia”. Por último, la Conferencia Episcopal exhorta a los
legisladores del Congreso Nacional “a proceder con rectitud, que sean
auténticos custodios de la integridad de los Poderes del Estado y
garante de la credibilidad institucional”.
Durante la Asamblea general, los obispos han confirmado para el peridodo
2021-2024 a los miembros de la precedente presidencia, con Monseñor
Adalberto Martínez Flores, obispo de Villarrica, como Presidente.
Desde principios de año, Paraguay se ha visto desbordado por los efectos de la llamada “variante brasileña” del Coronavirus, que hasta el momento se ha cobrado más de 16.000 vidas y ha infectado a 461.000 personas en una población de 7,133 millones. La campaña de vacunación comenzó tarde y lentamente, afectando a la situación económica y social. Como consecuencia, se produjeron una serie de manifestaciones en todo el país, pidiendo la dimisión del Jefe de Estado, el presidente Mario Abdo Benítez, y protestando contra la política del Ejecutivo en relación con el coronavirus.
El domingo 10 de octubre se celebraron elecciones municipales para
renovar los 261 gobiernos municipales del país, en un escenario
sociopolítico marcado por un alto nivel de violencia y actos de
corrupción, alimentados por el crimen organizado y el narcotráfico. Una gran parte del electorado (más del 40%)
desertó de las urnas, por miedo al fraude y a la intimidación. Las
elecciones fueron ganadas por la ANR, conocida como el Partido Colorado,
que ha estado en el poder desde el golpe de 1954 y ha iniciado así la
carrera hacia las elecciones presidenciales de 2023.