Lomè, TOGO (Agencia Fides, 10/12/2018) - Desde el lanzamiento de la campaña para las
elecciones legislativas programadas para el 20 de diciembre, el país
enfrenta nuevas oleadas de violencia. El sábado 8
de diciembre, en varios lugares de Togo, se produjeron enfrentamientos
violentos entre las fuerzas de seguridad y la coalición de la oposición
togolesa, conocida como C14, en contra de las elecciones. Entre las
víctimas de los enfrentamientos entre manifestantes y policías en
algunos barrios de Lomé, resultó muerto un niño.
“En algunos suburbios, como el de Agoè donde murió el niño, los jóvenes
levantaron barricadas, quemaron llantas a lo que la policía reaccionó
con gas lacrimógeno”, explica una fuente local a Fides. “En otras
ciudades del país, particularmente en Sokode y Bafilo, los jóvenes que
intentaban reunirse fueron dispersados con gases lacrimógenos. Esto es
un signo inquietante, continúa la fuente, del tan temido regreso al
lenguaje de la violencia como forma de resolver el conflicto congolés”.
El país ha estado atravesando una grave crisis política durante más de
un año, provocada por la solicitud de renuncia del presidente Faure
Gnassingbé, en el poder desde 2005. “El miércoles 5, las iglesias
evangélica, presbiteriana y metodista de Togo pidieron el aplazamiento
de las elecciones, denunciando condiciones desfavorables. Los musulmanes
de Togo se unieron a ellas el viernes 7 de diciembre.
El diálogo político entre la oposición y el poder ha fracasado. El firme
y profético llamamiento que los obispos togoleses dirigieron a los
políticos el 15 de noviembre pasado, invitándolos a asumir sus
responsabilidades para desactivar y calmar la tensa atmósfera, no ha
sido escuchado. Al igual que muchos países africanos, Togo corre el
riesgo de sumirse en una guerra civil debido a la política”, explica una
nota enviada a Fides.
“Cuando observamos más de cerca la situación política actual en Togo,
tenemos la impresión de que se desea la guerra por la rigidez de las
posiciones políticas y la verdadera falta de voluntad para implementar
la hoja de ruta de la Comunidad Económica de Los Estados de África
Occidental (CEDEAO), que apoya fundamentalmente las reformas
constitucionales e institucionales. La crítica situación sociopolítica
nos invita una vez más a repensar la política de muchos países
africanos. Hoy más que nunca, en África necesitamos hombres y mujeres
políticos con una conciencia política enamorada de la paz, políticos y
hombres que hayan comprendido que la paz no se impone por la fuerza de
las armas, sino que se construye dentro de un marco de diálogo. Es solo
en un clima de paz donde los políticos de África pueden trabajar para
fomentar una acción humanitaria proyectada hacia la estabilidad.
social”.