Nairobi, KENIA (Agencia Fides, 04/12/2021) – “Nos entristecen los conflictos y la violencia
que tienen lugar en algunos de nuestros países, especialmente en
Etiopía. Muchas personas han muerto y se están destruyendo propiedades
en las regiones afectadas; la paz, que es la gloria de la humanidad,
merece una oportunidad. Instamos a las partes en conflicto a que
desistan de la violencia étnica y de las detenciones arbitrarias y
promuevan la coexistencia pacífica”: así lo piden los obispos de la
Comisión para la promoción del desarrollo humano integral, la justicia y
la paz de la Asociación de Conferencias Episcopales de África Oriental
(AMECEA), reunidos del 29 de noviembre al 2 de diciembre en Nairobi,
para el Foro Consultivo anual. Según la información de la Agencia Fides,
la asamblea de obispos ha expresado su gran preocupación por el aumento
de los conflictos en la región.
“AMECEA se solidariza con el pueblo sudanés mientras trata de buscar el
camino de la no violencia como un nuevo estilo de política para la paz,
hacia una transición democrática. Instamos a los organismos
intergubernamentales implicados a que fomenten los esfuerzos hacia una
transición pacífica”, se lee en el documento final recibido por la
Agencia Fides.
Los obispos elogian los esfuerzos humanos para desarrollar vacunas,
medicamentos y otras intervenciones sanitarias, y subrayan que “la
desigualdad en el acceso a los medicamentos es siempre criticable”. Por
ello, las Iglesias de AMECEA piden equidad en la distribución de
medicamentos y vacunas contra el Covid-19 en todo el mundo, e instan a
las poblaciones a “respetar las prácticas establecidas y el estilo de
vida necesario para la prevención y la inmunidad”.
La Asamblea de Obispos de África Oriental también ha debatido los retos del tráfico de personas, los refugiados y los desplazamientos internos, el desempleo juvenil, la radicalización y el extremismo, los problemas medioambientales, la gobernanza y las campañas electorales en la región. En todos estos ámbitos, se insta a observar la vía del diálogo con el pueblo, con los gobiernos, con los dirigentes políticos.
“Los fieles y las personas de buena voluntad -subrayan los obispos-
deben participar activamente en la labor de prevención de conflictos y
en la construcción de la paz”. Todos están llamados a la solidaridad y a
la oración por las personas afectadas por las distintas crisis y
conflictos, se dice en el llamamiento, “para promover el perdón, la
reconciliación y la convivencia pacífica”, concluye AMECEA.