viernes, 1 de febrero de 2019

A lo largo de 70 años, unos 2.300 sacerdotes misioneros de España han sido enviados a América Latina

Santiago, CHILE (Agencia Fides, 31/01/2019) - La misión es un elemento fundamental en la vida de la Iglesia, un aspecto que este año se destacará aún más con la celebración del Mes Misionero Extraordinario el próximo octubre. Entre las realidades misioneras más consolidadas esta la Obra para la Cooperación Sacerdotal Hispanoamericana (OCSHA), fundada en España en 1949. En estos 70 años ha enviado a más de 2.300 sacerdotes a América Latina para colaborar en las comunidades cristianas. De estos, todavía hay más de 200 sacerdotes diocesanos españoles que realizan su servicio misionero en estas tierras de América Latina.

Del 28 de enero al 1 de febrero, 35 de estos sacerdotes, junto con dos obispos, se reúnen en Santiago de Chile para continuar reflexionando juntos sobre la misión. Entre los presentes hay muchos que han estado en América Latina durante más de cincuenta años, un testimonio auténtico de la vida misionera.

El nuevo director de la OCSHA, el padre José María Calderón quien participó por primera vez en estas reuniones, agradeció a los presentes su dedicación misionera, un aspecto también subrayado por monseñor Cristián Roncaglio Pacheco y monseñor Pedro Ossandón Buljevic, obispos Auxiliares de la archidiócesis de Santiago, quienes asistieron a la reunión. El arzobispo Roncaglio Pachecio, quien presidió la ceremonia de apertura, subrayó la importancia de los misioneros españoles como presencia misionera en América Latina, y en particular en Chile, donde la presencia de la OCSHA fue muy numerosa. También el obispo Ossandón, actualmente obispo auxiliar de Santiago y administrador diocesano de Valparaíso, habló sobre el mismo tema y en su discurso recordó a figuras excepcionales en la Iglesia chilena que formaban parte de la OCSHA, algunas de las cuales todavía sirven como misioneros.

A la reunión también asistió el Nuncio Apostólico, el obispo Ivo Scapolo, quien expresó su gratitud por el trabajo realizado a los misioneros que participaron en la reunión y también a todos los que los precedieron en este servicio misionero de la Iglesia española, subrayando la importancia de haber dejado su país de origen para servir como misioneros en la Iglesia chilena y latinoamericana.