Dungu REPÚBLICA DEMOCRÁTICA DEL CONGO (Agencia Fides, 15/05/2021) – “El problema de los niños soldados es muy complejo y, en particular, en la región de Haut Uele, en el noreste del país, ha habido un conflicto devastador y de larga duración, que casi ha destruido la sociedad de esta parte del Congo. Los niños han sufrido consecuencias atroces: han perdido a sus padres, han abandonado los procesos educativos y, precisamente por eso, nuestra acción va dirigida no sólo a ofrecer ayuda a los que han tenido una experiencia de guerra como soldados, sino más ampliamente a todos aquellos niños que consideramos más vulnerables, es decir, los que han sufrido las consecuencias indirectas de la guerra: niños que han sido mutilados o que han sido testigos de la violencia en sus comunidades”. Así lo afirma en una entrevista con la Agencia Fides el padre Georges Mizingi, responsable del Vicariato de la Orden de San Agustín en la República Democrática del Congo, al hablar del proyecto de reinserción social y económica de niños vulnerables que los misioneros agustinos están llevando a cabo en la ciudad de Dungu.
En los últimos años, la población de Dungu ha sido víctima de las
incursiones del Ejército de Resistencia del Señor de origen ugandés de
Joseph Kony, que lleva a cabo masacres de civiles inocentes, violaciones
y secuestros de niños soldados en la región. Se calcula que 30.000
niños soldados han sido reclutados en esta zona del país, y que muchos
están en manos de diversos grupos paramilitares. La mayoría tiene entre 8
y 15 años y el 40% son niñas. “Muchos niños - dice el padre Georges -,
se alistan porque han sido engañados, otros porque uno de sus familiares
ha sido asesinado o ha sido víctima de la guerra y entonces deciden
unirse a los grupos armados con el objetivo de vengarse”. “En este
proyecto - continúa el religioso -, una de las actividades que estamos
llevando a cabo es la sensibilización de las comunidades locales sobre
el problema de la educación y la protección de los niños”.
Junto a los frailes agustinos congoleños, la Fundación Agustinos en el
Mundo también colabora en el proyecto que, tras una primera fase de
estudio, en febrero de 2020 dio luz verde a la construcción de un centro
residencial que hoy asiste a muchos niños, asegurando su hospitalidad a
unos 100 chicos y que con su programa de día asiste al menos a 1000
jóvenes al año. La organización ilustra los primeros pasos para la
reinserción social de los niños soldados: “En general, todos los niños
llegan a nuestras instalaciones en condiciones físicas, psicológicas y
sanitarias desastrosas -dice Maurizio Misitiano, Director Ejecutivo de
la fundación-. Hay niños que llegan con los pies magullados por las
largas marchas que afrontaron para escapar, caminando durante días sin
zapatos por el bosque. Otros -continúa- llegan deshidratados porque se
alimentan mal, no tienen acceso al agua potable cuando están en grupos
armados, son tratados de forma inhumana, pero lo más delicado
es el trauma que todos han sufrido. Hay casos en los que hay trastornos
cognitivos y de comunicación. El primer paso, de hecho, es la
rehabilitación física”, explica el director ejecutivo, “luego los
llevamos al centro y allí los niños comienzan un proceso de
rehabilitación social. Aquí intervienen los psicólogos y con su apoyo
los niños siguen un camino de rehabilitación con un programa semanal.
Además de la hostelería -explica el Director Ejecutivo- el centro
promueve cursos de formación en carpintería e informática. Tenemos en
programa poner en marcha una granja de cría de ganado, cerdos y peces. Además, se garantizará un servicio de reinserción escolar y laboral”.
“Una nueva vía que hemos añadido -concluye- prevé periodos de acogida en
familias que se han puesto voluntariamente a disposición: se trata de
núcleos de acogida transitoria, en los que todos los miembros
individuales se han preparado para afrontar sus problemas y proteger a
estos
niños”.
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El vídeo de la entrevista en el canal Youtube de la Agencia Fides -> https://youtu.be/rBAWZxwSrs0