miércoles, 3 de noviembre de 2021

El Consejo de los laicos: nuestro reto es tener un papel protagonista en la construcción de una cultura de paz

Sucre, BOLIVIA (Agencia Fides 03/11/2021) – “En ningún sentido podemos aceptar que con la agresión podemos resolver los problemas, por el contrario nuestro desafío es tener un rol protagonista en la construcción de una cultura de paz, de acuerdo a nuestros valores y principios fundamentales de la vida cristiana”: con esta afirmación se inicia el Pronunciamiento del Consejo Boliviano de Laicos Católicos, que lleva la fecha del 1° de noviembre, dirigido "al noble pueblo de Dios".


En el texto, recibido en la Agencia Fides, el Consejo recuerda que “el respeto a la vida es un principio fundamental de la condición humana”, y esta realidad nos llama, como pueblo de Dios, miembros de un mismo cuerpo, “a reflexionar sobre nuestra actuación ante las diferentes formas y niveles de violencia en nuestra sociedad”. De ahí algunas afirmaciones: “Como laicos, y más aún como ciudadanos, según nuestro derecho constitucional, estamos llamados a cuidar y proteger la vida y la familia. Como Iglesia, siempre defenderemos la vida desde el momento de la concepción, porque Dios es el dador de la vida. Es imprescindible fortalecer los valores humanos que nos lleven a vivir una vida libre de violencia, profundizando en la lucha contra todo tipo de violencia desde la familia y nuestra sociedad”. A continuación, hacen un llamamiento al diálogo para encontrar soluciones a los problemas: “La forma de resolver los problemas no es la violencia con la violencia, instamos a todas las instituciones a evitar acciones violentas contra nuestra Iglesia o los hermanos que forman parte de ella, y del mismo modo invitamos a todos a dialogar para encontrar soluciones, siendo activos, proactivos, abiertos a la escucha y respetando la profesión de fe y la libertad de culto, ya que somos un estado laico, reconocido por nuestra constitución política”.


Por último, el mensaje recuerda que “como laicos y ciudadanos, somos parte activa de nuestra sociedad”, y “estamos llamados a ser sal y luz en el mundo, por lo que en nuestro país todos debemos esforzarnos e intentar frenar las agresiones y ser instrumentos de unidad y paz”.