Amman, JORDANIA (Agencia Fides 03/11/2021) - Los sangrientos ataques a los lugares de culto
que acogen a las comunidades de fe reunidas en oración o mientras
participan en actos rituales representan "el colmo" de las atrocidades y
la violencia que se justifica esgrimiendo argumentos "religiosos".
Frente a la perpetuación de tales fenómenos, es necesario fomentar la
creación de una "red" mundial interreligiosa e intercultural que trabaje
para proteger los lugares de culto y a todos los creyentes que los
frecuentan, como contribución al desarrollo de una "civilización humana
común" alimentada por el reconocimiento y la puesta en común de los
"valores humanos comunes". Esta es la necesidad urgente relanzada por el
‘Llamamiento Internacional para la Protección de los Santos Lugares’ de
toda violencia y abusos que afectan a las distintas comunidades de
oración y culto. La iniciativa está promovida por el príncipe jordano
Hassan Bin Talal
(en la foto con el Papa Francisco), que preside el Foro del Pensamiento
Árabe y también el Consejo del Real Instituto de Estudios Religiosos.
Más de 40 simpatizantes musulmanes y cristianos se han unido al
llamamiento, entre ellos altos representantes de comunidades de Oriente
Medio y representantes de instituciones académicas, teológicas y
culturales de distintos países.
El texto del llamamiento presenta contenidos originales, al tiempo que
se mueve en el horizonte ya trazado en el Documento sobre la Fraternidad
Humana para la Paz Mundial y la Convivencia Común, firmado el 4 de
febrero de 2019 en Abu Dhabi por el Papa Francisco y el jeque suní Ahmed
al Tayyeb, Gran Imán de al Azhar. En particular, el nuevo llamamiento
insiste en la necesidad de fomentar entre las diferentes identidades
confesionales y culturales un diálogo que valore la razón humana y el
compartir valores comunes. Los atentados perpetrados contra los lugares
de culto están relacionados con los sucesos que en los últimos tiempos
han visto también como se atacan lugares de valor cultural, bibliotecas y
"otros centros representativos de la civilización árabe islámica", de
forma similar a lo que ocurrió con la inmensa Biblioteca Bayt al Hikma
(Casa de la Sabiduría) de Bagdad, destruida por los mongoles en 1258.
Los lugares de culto son lugares simbólicos "de nuestra humanidad,
nuestra historia y las tradiciones compartidas por los pueblos de todo
el mundo". Y "sin la historia no podemos sostener el futuro. La historia
y su patrimonio no son más que un pilar del presente que intentamos
construir". “En nuestros tiempos - señala el llamamiento promovido por
el Príncipe Bin Talal -, siguen aumentando la incitación al odio y las
oposiciones que justifican el derramamiento de sangre, acompañadas del
uso del abuso de las religiones y creencias como pretexto para la
violencia, la exclusión y la discriminación". Los sitios históricos y
arqueológicos y el patrimonio arquitectónico, incluidos los museos, las
bibliotecas y los manuscritos, también están en el punto de mira, con la
clara intención de "borrar la memoria que preserva a las civilizaciones
de los pueblos y a sus valores fundamentales de la extinción".
Este temor y la eliminación de la memoria histórica de los pueblos,
según el llamamiento, puede responderse reconociendo y promoviendo "el
concepto de valores humanos comunes", y experimentando que "en contra de
lo que algunos podrían pensar, el concepto de 'valores humanos
comunes', en su sentido más profundo, no socava las especificidades
inherentes a las diferentes creencias religiosas", ni "entra en
conflicto con las identidades culturales o nacionales".
La lista de líderes musulmanes y cristianos que han firmado el
llamamiento del príncipe Hassan bin Talal incluye, entre otros, al
profesor Ali Muhyiddin Al-Qura Daghi, secretario general de la Unión
Internacional de Eruditos Musulmanes (Qatar); el profesor turco Arshad
Hormuzlu; el profesor saudí Khalil al Khalil; el doctor Ahmed al
Khamlichi, director de la fundación marroquí Dar Al-Hadith al Hassaniya;
La académica libanesa Nayla Tabbara, cofundadora de la Fundación Adyan;
el imán Yahya Pallavicini, presidente de la Federación de
Organizaciones Islámicas Italianas; el Dr. Martino Díez, director de la
Fundación Internacional Oasis; Atallah Hanna, arzobispo greco-ortodoxo
de Sebastia; el obispo emérito Salim Sayegh, antiguo vicario del
Patriarcado Latino de Jerusalén para Jordania; el sacerdote jordano
Rifat Bader, director del Centro Católico de Estudios y Medios de
Comunicación.