Mogadiscio, SOMALIA (Agencia Fides, 04/11/2021) – “A veces me encuentro con personas que me
preguntan: ‘Después de tantos años, ¿cómo puedes seguir esperando que la
situación en Somalia cambie?’ Y yo les respondo que algo se está
moviendo en los últimos meses, pero, sobre todo, que sigo esperando
porque tengo fe en Dios y la fe me permite creer que el hombre fue
creado a su imagen y semejanza y que, por lo tanto, es capaz de
recuperar la cordura. Después de 30 años de grave inestabilidad y
guerras, así como de intentos políticos fallidos, Mons. Giorgio Bertin,
Administrador Apostólico de Mogadiscio y Obispo de Yibuti, comparte con
la Agencia Fides su confianza en Dios, con la esperanza de un proceso de
democratización en Somalia.
El obispo, que está en Somalia desde los años 70 comenta: “La situación
sigue siendo tensa. Pero todavía podemos mantener un cauto optimismo
porque ha madurado un acuerdo entre el Presidente saliente, Abdullaih
Mohamed, conocido como ‘Farmajo’, y el Primer Ministro, Mohamed Hussein
Roble, y el proceso electoral que debe conducir a la elección de un
nuevo presidente”. “Por supuesto – continúa explicando -, estamos lejos
de la línea de meta, una vez que se forme la asamblea parlamentaria,
deben reunirse para elegir al presidente. Que yo sepa, todavía no se ha
podido convocar aunque en los últimos días he oído rumores de
celebraciones por la inminente reelección de ‘Farmajo’. Son rumores que,
en mi opinión, se refieren realmente a su reelección. A no ser que ya
haya ocurrido algo excepcional y todavía no lo hayan anunciado”.
La incertidumbre, la falta de noticias confirmadas, la inestabilidad,
reflejan claramente el momento político que atraviesa Somalia: “Debería
haber habido elecciones para la asamblea parlamentaria - recuerda Mosn.
Bertin-, pero todo tiene que pasar por un largo proceso de equilibrios
muy delicados. Como he dicho muchas veces, el sufragio universal sigue
siendo impensable aquí porque es imposible garantizar la seguridad en
las zonas rurales controladas por Al Shabab, pero también porque tenemos
más de 2,5 millones de desplazados internos y un millón externos. ¿Cómo
se les involucra? ¿Cómo se registran? Es una tarea enorme e imposible
por el momento. Sería una tarea de enormes proporciones incluso para los
países más seguros y desarrollados. Sin embargo, es bueno que al menos,
en comparación con el pasado, estemos procediendo con un electorado más
amplio, es un paso adelante”.
Muchos intereses internacionales gravitan en torno a Somalia y son los
que dictarán la agenda política en los próximos meses. “Será importante
entender cómo se moverán los actores internacionales que tienen mucha
influencia aquí, no sólo los somalíes son decisivos en el proceso
político interno. Países como Qatar, Arabia Saudí y los EAU, por no
hablar de Turquía, tienen intereses e influencias predominantes. Luego
habrá otros actores, como la UE y Estados Unidos, que pueden tener
preferencias políticas. La esperanza, en cualquier caso, es siempre la
misma: que se elija un presidente, que se forme un gobierno lo antes
posible y que todos se pongan al servicio de su país, de los intereses
comunes, especialmente de los más desfavorecidos de nuestra sociedad.
También esperamos que haya un verdadero diálogo con los opositores para
reactivar una nación que por el momento sólo es un país sobre el papel,
porque no funciona como tal. A decir verdad, no tengo muchos
elementos para decir que es el momento adecuado, he visto muchos. Siendo
realistas, creo que podría ocurrir que al menos Mogadiscio encontrara
mayor seguridad e instituciones más fuertes y que, teniendo en cuenta lo
ocurrido en el pasado, se tomaran en serio la situación, que lleva
siendo dramática más de 30 años”.