Ouidah, BENIN (Agencia Fides 02/12/2021) – “Nuestra Iglesia conmemora hoy un doble
acontecimiento: la Iglesia que acogió hace ciento sesenta años a los
intrépidos misioneros de la Sociedad de Misiones Africanas (SMA) y el
recuerdo, que se remonta a hace exactamente diez años, de la visita del
Papa Benedicto XVI, que vino a celebrar los 150 años de evangelización
en Ouidah en la Basílica de la Inmaculada Concepción”, escribe a la Agencia Fides el Padre Brice Ulrich
Afferi, marfileño, responsable de la Oficina de Comunicación de la SMA.
“En aquella ocasión, con la publicación de la exhortación apostólica
postsinodal Africae Munus, sobre la Iglesia al servicio de la
reconciliación, la justicia y la paz, el Papa emérito nos ofreció una
estupenda ‘hoja de ruta’”.
Las celebraciones comenzaron el 17 de abril de 2021 y han terminado el
20 de noviembre de 2021 ante una multitud de cristianos y autoridades
civiles. En esta ocasión, se ha inaugurado un edificio con una casa de
acogida y salas de conferencias, en memoria de los primeros misioneros:
el P. Francesco Borghero, italiano de la diócesis de Génova, primer
misionero italiano de la SMA, y fundador de las iglesias de Benín y
Nigeria, y el P. Francisco Fernández, español, que desembarcó en Ouidah
el 18 de abril de 1861. "Entre las iniciativas llevadas a cabo, los días
18 y 19 de noviembre de 2021 se encuentra la reunión de investigadores y
teólogos para reflexionar juntos sobre el estado actual de la Buena
Nueva recibida hace 160 años y para una relectura y análisis de la
Exhortación Apostólica Postsinodal ante las limitaciones y realidades de
hoy. Las actas se están preparando para una próxima publicación”, ha
dicho el misionero.
Se trata de un paso más en la historia de la Iglesia en Benín, ha subrayado el P. Désiré Salako, Superior de la Provincia SMA Benín-Níger. “Sería un grave error pensar que la labor misionera de la Iglesia ha terminado”, ha añadido. La misión no ha terminado. Debe entrar en nuevos mundos por descubrir. Nos e debe encadenar la Palabra de Dios y, como Apóstoles de Jesús, no podemos dejar de hablar y decir al mundo que Jesús vivió, murió y resucitó y que nosotros somos sus testigos”.