Trento, ITALIA (Agencia Fides, 15/12/2021) - Las organizaciones cristianas comprometidas en
Italia con proyectos de ayuda humanitaria, desarrollo y acogida ponen
sus recursos, sus competencias y la “pasión por la humanidad” que las
caracteriza al servicio de la activación de los corredores humanitarios,
una experiencia que permitirá acoger a los refugiados afganos en
Italia. Y lo hacen, como han comunicado a la Agencia Fides, pidiendo a
las instituciones que aporten un apoyo válido, y que desbloqueen los
trámites para iniciar concretamente el programa, con la certeza de que
“quien salva una vida, salva el mundo entero”, como afirma la conocida
frase del Talmud.
El Memorando de Entendimiento firmado con el gobierno italiano el pasado
4 de noviembre prevé la activación de un canal de entrada legal en
Italia para los ciudadanos afganos necesitados de protección
internacional, procedentes de los campos de refugiados de Pakistán, Irán
u otros países de primer asilo o tránsito. Se aceptarán 1.200 personas
durante dos años (con una posible prórroga), trasladadas en vuelos
organizados por el gobierno italiano.
Entre las organizaciones firmantes figuran Cáritas Italiana, la
Federación de Iglesias Evangélicas, Tavola Valdese, la Comunidad de
Sant'Egidio y Arci. En la conferencia titulada “Afganistán, el futuro
negado”, celebrada en Trento el 14 de diciembre, las organizaciones han
destacado el valor de la iniciativa, que implica la cooperación entre el
gobierno italiano y la sociedad civil, y han subrayado el valor del
modelo de corredores humanitarios. “El modelo funciona y da sus frutos –
afirman - sobre todo porque va mucho más allá de la simple reubicación,
evacuación o reasentamiento. Supone la preparación cuidadosa de la red
de acogida, en el contexto y en los territorios que van a recibir a las
personas acogidas, teniendo en cuenta los tipos y las necesidades
específicas de quienes se encuentran catapultados de repente en otro
país”. Esta red de acogida, formada por familias, comunidades,
parroquias y organizaciones locales, facilita la integración y, por
tanto, también el proceso de autodeterminación de las personas acogidas,
que pueden volver a forjar su futuro.
Por otra parte, es necesario preparar los territorios de destino, para
que las personas acogidas puedan encontrar una asistencia adecuada y un
terreno fértil a todos los niveles: logístico, solidario, cultural.
Cesare Zucconi, de la Comunidad de Sant'Egidio, señala que la iniciativa
de los corredores humanitarios “ha abierto un nuevo camino, gestionado
íntegramente por organizaciones de la sociedad civil; un camino que
pretende evitar los viajes de la muerte, buscando rutas seguras y
legales, tanto para las personas implicadas como para los países de
acogida”. Se han consolidado así buenas prácticas que pueden
reproducirse a nivel europeo, siguiendo el criterio general de acoger y
proteger a las personas vulnerables. Las organizaciones implicadas piden
al gobierno italiano que active rápidamente los procedimientos para
facilitar el proceso, abriendo canales de diálogo con los gobiernos de
los países implicados (especialmente Pakistán e Irán), coordinando
también las iniciativas de reagrupación familiar.