Ciudad de México, MÉXICO (Agencia Fides, 28/12/2021) - “En este año 2022 somos lápices en
las manos de Dios. Él puede escribir directamente sobre las líneas
torcidas de la pandemia, la enfermedad y el sufrimiento. Con nuestra
colaboración puede escribir sus palabras que dan vida y vida en
abundancia”. Con estas palabras de Santa Teresa de Calcuta quien decía
que “somos lápices en las manos de Dios”, se dirige monseñor Roberto
Yenny García, Obispo de Ciudad Valles, Responsable de la Pastoral de la
Conferencia Episcopal Mexicana de la Salud, a los enfermos, médicos,
enfermeras, voluntarios y agentes pastorales de la salud en un mensaje
de Año Nuevo.
“Ahora que estamos a punto de comenzar un nuevo año, recordemos que el
futuro no es una especie de libreto en el que somos actores que
repetimos un guion que alguien más ha escrito. Al contrario, cada año
son trescientas sesenta y cinco páginas, en las que somos como lápices
que escribimos nuestra biografía, día a día”. Señala monseñor Yenny
García quien invita por tanto a superar los condicionamientos de la
realidad que nos limitan, permaneciendo siempre abiertos “a nuestra
creatividad y libre decisión”.
Dirigiéndose a sus hermanos enfermos y ancianos, “con grandes
limitaciones en su movilidad, en medio de dolores y tratamientos
difíciles” que pareciera que no tienen otra alternativa que la de
dejarse ir, el obispo recomienda: “En realidad se puede y se debe tomar
decisiones. Tienen la libertad de darle sentido o propósito a su
condición o enfermedad, por ejemplo encontrando una razón para agradecer
a quienes le cuidan, para ejercitar la paciencia, para ofrecer su
sufrimiento a Dios y para darnos a todos una lección de alegría
cristiana en medio de la adversidad”.
Continuando con la metáfora del lápiz, el obispo invita a todos los
médicos, enfermeras y trabajadores de la salud a afilar el lápiz para
que, “además del tratamiento profesional, puedan hacer crecer su lápiz
en la espiritualidad y hacer de su servicio un acompañamiento curativo y
humanizador”. “Como lápices que escribiremos en nuestras páginas de
2022, también podemos decidir unir nuestra voluntad para compartir un
propósito, el de Dios”.
A los agentes de pastoral en el mundo de la salud, sacerdotes,
religiosos y laicos, el obispo les hace una pregunta: “¿Están dispuestos
a ser un lápiz en las manos de Dios para que Él pueda escribir con
ustedes mensajes de amor, fraternidad y esperanza para los enfermos,
para los que los cuidan y para todos los que sufren? Si la respuesta es
sí, acérquense a Dios. Que Él les inspire todos los días a escribir, a
su estilo, cosas hermosas con sus palabras, sus actitudes y sus acciones
a favor de los enfermos y de todos los que sufren”.