Caracas, VENEZUELA
(Agencia Fides, 16/12/2021) - “Sería hermoso que todos los oficios se convirtieran
en una moda, que se convirtiera en una 'tendencia' hacer tal o cual
trabajo”. Habla con la Agencia Fides Alejandro Marius, fundador de
“Trabajo y persona”, una asociación civil sin fines de lucro fundada en
Caracas, con la misión de promover el valor del trabajo en la sociedad
venezolana. La ONG promueve la dignidad de la persona a través de cursos
de formación diseñados y ejecutados en colaboración con instituciones,
empresas, obras de la Iglesia, escuelas y universidades locales.
Uruguayo de nacimiento, venezolano de adopción con orígenes italianos,
Alejandro Marius, de cincuenta años, casado y con cuatro hijas,
ingeniero, con un cargo directivo en una multinacional latinoamericana,
lo dejó todo para fundar “Trabajo y persona” en 2009. “Trabajo y persona
nace de mi camino vocacional en sentido profesional con una experiencia
de discernimiento”, explica, “particularmente en mi diálogo espiritual
con una monja benedictina, comprendí mi pasión por el trabajo en su
profundidad, entendí que todo esto tenía que traducirse en algo
concreto, algo que pudiera ayudar a los venezolanos a tener una relación
positiva con el trabajo”.
Este es el punto de partida de la historia de esta realidad en la que
ahora trabajan treinta personas, colaboran más de veinte centros de
formación en todo el país, con más de un centenar de formadores. El 40%
de los tres mil jóvenes y mujeres desempleados que han asistido a sus
cursos han creado su propia empresa. Un garaje de la parroquia se ha
transformado en una chocolatería que da empleo a mujeres vulnerables que
se han convertido en empresarias del chocolate. Ante el importantísimo
fenómeno migratorio que vive Venezuela en estos momentos, se han puesto
en marcha cursos de formación de cuidadores en colaboración con la
Universidad y la Congregación de las Hijas de María Auxiliadora para
atender a los ancianos que se han quedado solos y que reciben dinero
para vivir de los emigrantes.
La idea básica es “no asistir sino formar”, acompañando a las personas
para que consigan un servicio que les garantice una vida digna. “La
emergencia que vivimos ahora en nuestro país hace que la mayoría de las
respuestas sean asistenciales y necesarias”, explica Alejandro Marius,
“intentamos ofrecer una propuesta que sea de ayuda y desarrollo. Por
ejemplo, en 2019 produjimos un CD-libro de canciones venezolanas unidas
por un hilo conductor: el trabajo. Todo esto se ha hecho en colaboración
con más de 30 músicos venezolanos y socios del más alto nivel”.
Entre las especialidades que ofrece la asociación está la de peluquería,
que se imparte a mujeres de barrios pobres que luego prestan servicio a
domicilio o crean su propio salón en casa; hay programas para formar a
emprendedores en mobiliario, mecánica, cocina. Además, las madres
desempleadas se forman como emprendedoras en el sector gastronómico: se
convierten en voluntarias en el comedor de Cáritas, a la vez que se
mantienen a sí mismas y a sus hijos, hasta que la gastronomía se
convierte en un trabajo y puede proporcionarles un sustento. “Nuestra
forma de actuar parte de poner a la persona en el centro - concluye el
fundador de Trabajo y persona -. La consecuencia de esto es que la
persona desarrolla todo su ser, habilidades, aptitudes, carácter, en su
relación con el trabajo: así la persona madura en el cuidado de la Casa
Común y contribuye a la construcción del bien común”.
LINK
LINK TRABAJO Y PERSONA -> https://trabajoypersona.org/