Bogotá, COLOMBIA (Agencia Fides) - Al final de su asamblea plenaria, los obispos de Colombia publicaron un mensaje al pueblo de
Dios para compartir algunas ideas para la reflexión que surgieron de su
encuentro. En el texto, recibido por la Agencia Fides, se cita en primer
lugar el compromiso de "perseverar en la construcción de la
reconciliación y de la paz", para lo que "es necesario asumir la cultura
del encuentro, que nos permite abrirnos a todos los colombianos,
aceptar las diferencias y desactivar el odio y la venganza". Esta
cultura del encuentro, recuerdan los obispos, se basa en el respeto a la
vida, a cada vida, y en el rechazo de la nociva dominación de la
muerte, que se refleja en el terrorismo y en las diferentes formas de
violencia en todos los ámbitos (familia, narcotráfico, inseguridad,
etc.), en particular en el asesinato de líderes, que se ha producido en
casi todo el país.
"Invitamos a los guerrilleros del ELN a reflexionar seriamente sobre sus
acciones graves, con las que han herido profundamente al pueblo
colombiano y, sobre todo, han roto el horizonte de confianza y paz. Por
eso pedimos a la guerrilla manifestaciones inequívocas de su deseo de
paz, abandonando las armas y sumándose a los esfuerzos de tantos
hermanos que han dejado el camino de la violencia y se han unido a la
lucha por una paz auténtica". Por ello, invitan a las organizaciones
armadas ilegales "a escuchar la voz del pueblo colombiano, a tomar
conciencia del rechazo general de la sociedad hacia la violencia que
quieren imponer" y les piden que abandonen sus acciones criminales.
Los obispos le solicitan también al gobierno nacional que continúe su
compromiso de reunir a todas las fuerzas vivas del país "para definir e
implementar una política integral de paz", con el fin de llegar a "una
solución política al conflicto armado". "La paz es un derecho y un
compromiso de todos", reiteran.
El segundo tema es "la lucha abierta contra la corrupción en todos los
ámbitos. La corrupción se ha arraigado en nuestra cultura, ha afectado
la vida política, económica y social de nuestra nación, y ahora la
aceptamos pasivamente. De este modo, se ha convertido en uno de los
flagelos más graves, que impide el progreso y destruye la confianza en
las instituciones". El pueblo colombiano, que ya se ha pronunciado de
diversas maneras contra la corrupción, tiene la oportunidad este año,
gracias a las elecciones, "de avanzar en la lucha contra este cáncer de
corrupción y de construir juntos el bien común".
El tercer punto se refiere a la equidad y la solidaridad como
expresiones de la transformación social. En fidelidad a la historia de
compromiso de muchas instituciones colombianas, incluida la Iglesia, en
las obras de promoción humana, los obispos subrayan la necesidad de
continuar hoy "en el compromiso de servicio y solidaridad con los
pobres, los marginados, los migrantes". Es hora de hacer más para
superar las desigualdades que existen entre los hermanos de una misma
nación, y también la "clamorosa situación de los hermanos venezolanos en
nuestro país nos llama a una solidaridad más generosa". Finalmente,
invitan a todo el pueblo colombiano a "mantener viva la esperanza" e
"intensificar la oración, con la certeza de que en Cristo hay
esperanza".