Lo Canas, CHILE (Agencia Fides, 13/11/2021) - “La paz esté con ustedes” (Lc 24,36) es el título del mensaje que los obispos chilenos emitieron al final de la asamblea plenaria de la Conferencia Episcopal, que concluyó el 12 de noviembre. En primer lugar, los obispos acogieron con entusiasmo la invitación del Papa Francisco a participar en el Sínodo de los Obispos sobre la Sinodalidad: “necesitamos seguir profundizando nuestra condición de Pueblo de Dios, que, ungido por el Espíritu, está llamado a hacerse responsable de la misión evangelizadora”. Además, recuerdan el compromiso de la Iglesia en Chile por la III Asamblea Eclesial Nacional, a la que se sumó el proceso de Asamblea Eclesial Latinoamericana y del Caribe, eventos que cuentan con una gran participación por parte de laicos y reconocen estos caminos “como una oportunidad para ser una Iglesia cada día más sinodal, profética y esperanzadora con Jesucristo en el centro”.
Con vistas a las elecciones presidenciales, parlamentarias y regionales
del 21 de noviembre, afirman: “como pastores
confiamos que participen activamente todos quienes pueden votar. Es una
forma excelente para cuidar la democracia y hacer respetar el Estado de
derecho, reafirmando que Chile es un país de hermanos. Es una muy buena
manera de promover el bien común y la paz social. Para los cristianos es
necesario tener en cuenta que en las decisiones que afrontamos se
juegan valores esenciales para una nación fundada en las enseñanzas del
Evangelio, que estamos llamados siempre a custodiar y promover”.
Por ello, los Obispos hacen un humilde llamamiento al Pueblo de Dios y a todos los habitantes de Chile, “a que promuevan espacios de fraternidad, de diálogo sincero y de
un espíritu constructivo”, ya que “es urgente superar todas aquellas
actitudes, palabras y actos que generan discordia, tensiones inútiles y
odiosidad entre nosotros”. Por lo que reiteran: “Es urgente un
compromiso decidido y claro en contra de la violencia como forma de
acción política”. Luego invitan a los católicos y personas de buena
voluntad a “trabajar por la paz y para superar todas las causas de
inequidad”, ya que “los motivos de la violencia muchas veces suelen
estar vinculados a la marginación social, a la falta de perspectivas
frente al futuro, a una profunda inequidad en la distribución de los
bienes que están destinados a todos y a demandas históricas no
adecuadamente asumidas”.
Los obispos también expresan una “gran preocupación” por la situación que están viviendo los migrantes que llegan a las fronteras: “urge a que asumamos como sociedad una respuesta que respete su dignidad. La crisis migratoria nos interpela profundamente, así como las causas que la provocan y en cómo hacemos memoria de la acogida que Chile siempre ha dado al forastero”. Y continúan añadiendo “hemos visto, con dolor, en una parte de la población signos de xenofobia y de injustas discriminaciones” y llamando a las autoridades a que “con diligencia colaboren para proporcionar ayuda a estas personas, mejorando y agilizando los procesos de regularización de quienes se encuentran en el país”. Al concluir el mensaje, los obispos exhortan a todos los miembros de la Iglesia a que “seamos prontos y solícitos en buscar la voluntad de Dios en nuestras vidas en un ambiente de oración, fuente de gracia en todos nosotros”, solicitando a la Virgen María en este especial tiempo dedicado a ella, a que nos acompañe y proteja.