Erbil, IRAK (Agencia Fides, 30/01/2019) - El 85 por ciento de la población que huyó de la
llanura de Nínive cuando el territorio fue invadido por los yihadistas
del autoproclamado Estado Islámico (Daesh) aún no está listo para
regresar a sus regiones de origen, a pesar de que la zona ya es libre
del dominio yihadista. Así lo asegura Dindar Zebari, coordinador para la
ayuda internacional del Gobierno de la Región Autónoma del Kurdistán
Iraquí.
El representante del gobierno regional ha señalado que algunas áreas de
la Llanura, como las de Telkaif y Hamdaniya, se han convertido en áreas
militarizadas en manos de las milicias locales. Entre las razones que
hacen que el regreso de los cristianos a Mosul y a la Llanura del Nínive
sea cada vez más incierto, Zebari ha señalado el temor de las familias a
no verse protegidas de la violencia, las represalias, la falta de
trabajo, de infraestructuras y la presencia de milicias armadas
autónomas u organizadas sobre una base sectaria. “En muchos casos las
tierras que pertenecen a los cristianos o yazidíes han sido confiscadas
con el fin de alterar el equilibrio demográfico del área”, aseguró
Zebari.
El sábado 26 de enero, Mar Nicodemus Daoud Sharaf, arzobispo
sirio-ortodoxo de Mosul y Kirkuk, cuestionó la responsabilidad del
gobierno federal de Bagdad con respecto al proceso de reconstrucción y
repoblación de Mosul y de la Llanura de Nineveh. El arzobispo denunció
la escasa voluntad de reconstruir las muchas iglesias destrozadas
durante el período de dominación yihadista y señaló a la “corrupción”
del aparato político como la culpable de la incapacidad para facilitar
el retorno de los refugiados asentados en el Kurdistán.