Lagos, NIGERIA (Agencia Fides, 30/06/2021) – “La inseguridad es ahora un fenómeno
generalizado en nuestro país: los secuestros de personas se producen
directamente en las casas, así como en las iglesias, o en las mezquitas,
en todas partes; los bandidos atacan los pueblos y matan, roban,
saquean y secuestran. Es un asunto muy serio al que, por supuesto, se
suman los delitos menores. Es un escenario que genera gran preocupación.
Según explica a la Agencia Fides, son muchas las razones que han
llevado al arzobispo de Lagos (Nigeria), Alfred Adewale Martins, a pedir
a las autoridades nigerianas el estado de emergencia en todo el país.
“Por estado de emergencia – explica -, se entiende que el gobierno debe
prestar mucha más atención que antes a los organismos de seguridad, que
deben disponer de todas las herramientas y recursos que necesitan. Sólo
así volveremos a tener una situación controlada y las mujeres y hombres
que trabajan en la policía del país se sentirán motivados y seguros con
sus familias. Hemos tenido situaciones en las que los agentes no
disponían de los medios y las armas adecuadas para perseguir a los
delincuentes y garantizar la protección de las personas. Hay policías
muy desmoralizados que necesitan estar más motivados. Si esto se aborda
adecuadamente, se reducirá la inseguridad”.
A los graves delitos cometidos en todo el país, que están sumiendo a
Nigeria en un estado de anarquía, se suma la presencia de Boko Haram,
especialmente en el norte, que sigue aterrorizando a la población.
El arzobispo Martins señala: “Boko Haram es conocido por las continuas
masacres, asesinatos y el terror que siembra. La primera consecuencia de
esto es la migración masiva. Los terroristas se encuentran
principalmente en el norte, pero sus operaciones delictivas tienen
efecto en todo el país. El número de personas que huyen de las zonas del
norte a otros estados del interior es enorme y, agraban la situación de
zonas que ya tienen problemas, todo ello genera consecuencias en la
vida cotidiana de la gente, las tensiones son siempre muchas”.
“Hay que señalar -continúa el Prelado- cuánto ha aumentado el nivel de
inseguridad de los ciudadanos. También nos preocupa lo que ocurrirá en
las próximas elecciones nacionales de 2023.
Por eso también creemos que la mejor solución sería remitirse más al
carácter federal de la historia política de Nigeria. Nos gustaría ver
una república federal en la que pudiéramos tener más autoridad en las
áreas pertinentes. Para nosotros, el carácter federal no es en absoluto
divisivo sino unificador, la reestructuración de la nación es una de las
cosas que más apreciamos. Muchos nigerianos esperan que se refuerce la
unidad federal y que los estados tengan más autoridad y dispongan
directamente de los recursos sin esperar necesariamente a que intervenga
Abuja”.
El llamamiento del arzobispo a la declaración del estado de emergencia ha hecho mucho ruido en el país y ha obligado al gobierno a atender las peticiones de las jerarquías eclesiásticas que reflejan el sentir del pueblo.
“Normalmente -concluye- lanzamos nuestros llamamientos públicamente y
sabemos que el gobierno está muy atento a lo que decimos. No sé si lo
que pedimos tendrá un efecto directo en las decisiones políticas, desde
luego lo que pedimos es por el bien común y no por intereses
particulares. Nuestra voz se alza para generar conciencia y reiterar que
hay muchas personas que viven dramáticamente este periodo. Me gustaría
destacar, en todo esto, el carácter positivo y resiliente de mi pueblo:
tenemos muchas esperanzas de superar los problemas también esta vez”.