Buenos Aires, ARGENTINA (Agencia Fides, 17/07/2021) - En Argentina concluyó la Semana Social
2021, evento que tradicionalmente involucra a los principales
protagonistas del mundo empresarial del país junto con las realidades
del mundo católico particularmente involucradas en el ámbito social.
Desde el lunes 12 al jueves 15 de julio se sucedieron foros y
conferencias de forma virtual, con una amplia participación. Los temas
analizados en estas jornadas fueron: alimentación, economía y trabajo,
conectividad y educación, compromiso y fe.
El documento final refleja el período de emergencia sanitaria que
estamos viviendo. En la introducción, los participantes reconocen que la
pandemia de Covid-19 no se detiene, aparecen nuevas cepas y variantes, y
llevará mucho tiempo que la vacunación a escala global nos devuelva a
la normalidad. La pandemia ha golpeado con fuerza en todos los sectores:
sanitario, social, económico, educativo, familiar, especialmente la
población más vulnerable. La desigualdad se manifiesta incluso en la
distribución de vacunas. "La pobreza más atroz convive con la riqueza
más inconcebible. Y esto se combina con el maltrato de la tierra", reza
el texto enviado a Fides. En su mensaje, los obispos subrayan que hay un
gran segmento de la población con necesidades básicas insatisfechas,
mientras que la alimentación al alcance de todos es "una urgencia social
que debe golpearnos con fuerza".
En cuanto a la producción de alimentos, empresarios y productores
coincidieron en que la participación del Estado en la cobertura de las
necesidades básicas, la educación para el empleo y la creación de
oportunidades de integración en el mundo es necesaria para superar la
crisis.
Para crear un país industrializado que produzca y genere empleo,
combinándolo con las políticas estatales, la reforma tributaria, la
atención al medio ambiente y una profunda perspectiva federal son
fundamentales.
“Nos conmovió escuchar con insistencia que crear trabajo es la única forma de avanzar, cambiando el paradigma del subsidio con el paradigma laboral”, dijeron los integrantes de la Pastoral Social. Por ello pidieron volver a la dignidad del trabajo, a través de una legislación adecuada que posibilite el desarrollo, y evaluar y promover estrategias para un abordaje global de la economía popular. Los participantes creen que es necesaria una reformulación de la economía y un replanteamiento de la política para brindar respuestas y soluciones concretas.
En este sentido, la intervención del obispo de Lomas de Zamora y
presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social (Cepas), Mons.
Jorge Lugones SJ, quien presentó la reflexión final del panel sobre
"Reactivación económica, esperanza y desafío". "Para reformar la
economía es necesario reformar la política", subrayó el obispo. “Los
jóvenes nos cuestionan la necesidad de un sueño colectivo”, y la
inclusión social es incompatible con la excesiva concentración de
riqueza y poder. La reactivación económica debe ser una esperanza y un
desafío, especialmente para los problemas estructurales que provocan
hambre en el 60% de los niños.
Otro punto importante fue la identificación de una nueva causa de
exclusión en el acceso a internet, hoy una herramienta indispensable
para acceder a contenidos educativos, de salud y de encuentro familiar.
La conectividad es un derecho, por lo que es fundamental aumentar las
oportunidades de acceso, especialmente en Argentina, que tiene una
demografía muy diversa. Para lograr una oferta básica universal de
tecnologías de la información y la comunicación para todos los sectores,
especialmente los más vulnerables, es fundamental el trabajo conjunto
entre el Estado y los particulares, para generar políticas en el corto y
mediano plazo, simplificando las trabas burocráticas. "Debemos evitar
que la brecha social sea también una brecha digital", dijeron. Finalmente, instaron a no desistir de todos los esfuerzos necesarios
para sacar de la sociedad “odios que nos despersonalizan, mentiras y
falsas noticias que impiden un sano debate, distanciamiento ideológico y
continuas acusaciones que solo generan enemistad, descalificación,
mediocridad. Solo así podremos construir una fraternidad para ser
mejores".