La Rioja, ARGENTINA (Agencia Fides, 15/02/2019) – La provincia norteña de Argentina, La Rioja,
se está preparando para la beatificación del obispo Enrique Angelelli,
los sacerdotes Carlos Murias y Gabriel Longueville y el laico Wenceslao
Pedernera, mártires asesinados por la última dictadura argentina
(1976-1983). "Es un evento que trasciende nuestra provincia, tiene una
importante dimensión nacional y latinoamericana, es una gracia para toda
la Iglesia", declaró el Obispo de La Rioja, Mons. Dante Gustavo Braida.
La misa de beatificación se celebrará en la capital provincial el 27 de
abril, presidida por el enviado del Papa Francisco, el cardenal
Giovanni Angelo Becciu, prefecto de la Congregación para las Causas de
los Santos.
Al día siguiente, en Roma, se celebrará una misa de acción de gracias
con la presencia de los obispos argentinos que estarán en la visita "ad
limina" al Vaticano en ese momento.
"La vida y el martirio de estos seguidores de Jesús son el 'gozo de
todas las personas", dice una nota de la diócesis recibida por Agenzia
Fides.
Angelelli, que formaba parte de un grupo de obispos que denunciaron
violaciones de derechos humanos cometidas durante la dictadura, murió el
4 de agosto de 1976 después de que el automóvil que conducía volcó en
una carretera en La Rioja. Al momento de su muerte, Angelelli, quien
tenía 53 años, estaba redactando un informe con la investigación del
asesinato de Murias y Longueville por parte del ejército. El régimen
militar había tratado de hacer creer que la muerte del obispo se debía a
las lesiones reportadas en el presunto accidente automovilístico cerca
de la ciudad de Punta de los Llanos, pero luego la justicia mostró que
el accidente había sido causado por otro automóvil y que el prelado
murió por un golpe en el cuello.
Murias y Longueville fueron secuestrados, torturados y fusilados el 18
de julio de 1976 en Chamical, mientras que el laico Pedernera fue
asesinado en el distrito de Chilecito, también en La Rioja, una semana
después.
"Estaba enamorado de la fe de los pobres y del testimonio de los más
sencillos. Fue un pastor que se encargó de los últimos y les trajo el
consuelo de Dios ", escribieron los obispos argentinos que preparan la
beatificación. "La muerte de Angelelli y la forma en que murió son la
coronación clara de una vida coherente con sus convicciones y la misión
del pastor, que es dar su vida por su rebaño. Así selló con su sangre su
compromiso con la paz, la justicia y la dignidad integral de la persona
humana, con el amor de Cristo y con los pobres, en total coherencia con
el Evangelio ", continúa la nota de los Obispos emitida en noviembre.
2018 después de la noticia de la beatificación.