Ciudad de México, MÉXICO (Agencia Fides, 24/04/2019) – “¿Qué hace hoy la Iglesia Católica en
México en favor de la dignidad de la persona humana y los derechos que
se derivan de ella?” Esta y otras preguntas las ha planteado monseñor
Alfonso Miranda Guardiola, Obispo auxiliar de Monterrey y secretario
general de la Conferencia Episcopal Mexicana (CEM), en su discurso ante
la Cámara de Diputados de México.
El obispo aceptó la invitación de la Comisión de Derechos Humanos. En su
presentación, enviada a Fides, identificó en primer lugar los elementos
fundamentales para entender la relación entre la Iglesia Católica y el
compromiso con la defensa de los derechos humanos. Indicó cuáles son los
retos actuales a la luz del magisterio pontificio. Analizando la
realidad mexicana, recordó que, según el Observatorio Nacional de la
CEM, hay 20 Centros que trabajan por los Derechos Humanos (centros
religiosos, parroquiales y diocesanos) que operan en los Estados de
México, Coahuila, Chiapas, Chihuahua, Oaxaca, Sonora, Tamaulipas,
Tabasco, Tlaxcala y Quintana Roo.
Estos Centros para la promoción y defensa de los derechos humanos forman
parte de las 2.466 obras sociales de la Iglesia Católica en México, que
incluyen 35 centros de recepción y acogida para víctimas de violencia,
119 hogares para migrantes, 34 centros para niños y mujeres que viven en
situaciones de calle, 8 centros de atención a familiares de personas
desaparecidas, 97 grupos de compromiso para presos y presas… “Miles de
laicos, religiosos, religiosas y sacerdotes colaboran diariamente para
que este gran trabajo social de la Iglesia se convierta en Amor y
justicia en acción”, señaló el obispo.
El Secretario de la CEM recordó que, como recoge el Proyecto Pastoral
Global, entre las opciones identificadas por los obispos mexicanos,
surgen diferentes compromisos pastorales que muestran una
transversalidad de la prioridad que son para la Iglesia la defensa y la
promoción de los derechos humanos. Estos compromisos son: 1. Crear
espacios para reunirse, dialogar y trabajar con otros agentes de la
sociedad para colaborar en la reconstrucción de la dignidad de las
personas y el tejido social del país. 2. Discutir y colaborar con la
sociedad civil y las organizaciones nacionales e internacionales para
construir la paz. 3. Apoyar la creación de centros por los derechos
humanos en las comunidades cristianas para fortalecer el estado de
derecho. 4. Acoger con caridad, acompañando, defendiendo los derechos e
integrando a los migrantes que transitan o desean permanecer en México.
5. Promover el liderazgo de las mujeres y una mayor participación de las
mujeres en la vida de la
Iglesia de acuerdo con el respeto de su dignidad. 6. Identificar y
acompañar a los grupos vulnerables de la sociedad. 7. Crear centros de
apoyo para el desarrollo integral de las personas, impulsando la
promoción económica a través del trabajo comunitario y solidario.
“Estos compromisos pastorales que están operativos en las 95 diócesis de
nuestro país, representan un compromiso para fortalecer, diversificar y
hacer crecer el trabajo social de la Iglesia que promueve y defiende la
dignidad humana”, concluyó el obispo. “No es una tarea fácil y ni mucho
menos inmediata. Requiere motivación constante, liderazgo, seguimiento y
sinergia con las diversas instituciones, ya que muchas trabajan para la
persona, su dignidad y sus derechos”. Finalmente, monseñor Miranda
Guardiola reiteró: “La Iglesia Católica será fiel a Jesucristo y a su
Evangelio si, y solo si, se compromete cada día más en defender la
dignidad y los derechos de todos los seres humanos”.