miércoles, 21 de julio de 2021

El 23 de julio será una Jornada nacional de oración por las víctimas del Covid

Buenos Aires, ARGENTINA (Agencia Fides, 20/07/2021) – La Conferencia Episcopal Argentina (CEA) ha convocado para el viernes 23 de julio, una Jornada Nacional de Oración por los fallecidos a causa de la pandemia de Covid-19, invitando a todas las comunidades del país a unirse en oración, “pidiendo al Señor el eterno descanso de las víctimas y el consuelo y fortaleza de sus familiares y amigos”.
 

Al presentar la iniciativa, los obispos invitan a que ese día se celebre la misa de difuntos en las catedrales, parroquias, capillas, cementerios y cinerarios, además de organizar “otros momentos de oración para recordar de manera particular a los muertos en cada comunidad, invitando a participar de manera presencial o virtual a familiares de acuerdo a las posibilidades e iniciativas de cada lugar en la observancia de las respectivas normas sanitarias”.
 

El comunicado de la Comisión Ejecutiva de la CEA, recibido en la Agencia Fides, concluye expresando la esperanza de que “la fe en Cristo muerto y resucitado renueve nuestra esperanza y nos fortalezca en esta dura situación, uniéndonos en el dolor por las pérdidas y la confianza en la misericordia de Dios”.
 

El Secretariado Nacional para la Liturgia ha preparado algunas “orientaciones y propuestas” para las celebraciones de este día. Estos subsidios presentan las pautas para la misa por los difuntos (oraciones, lecturas bíblicas, plegarias...) y un esquema de una celebración a realizar en la comunidad o incluso en la familia.
 

Con una población de 44,94 millones de habitantes, Argentina cuenta con 4.769.142 personas contagiadas con Covid19 y 101.955 fallecidos. En el reciente documento final de la Semana Social 2021, está escrito que “la pandemia de Covid-19 no se detiene, aparecen nuevas cepas, nuevas variantes, y se necesitará mucho tiempo para que la vacunación a escala mundial nos haga pensar en una vuelta a la normalidad. Esta pandemia ha golpeado muy duramente a todos los sectores sanitarios, sociales, económicos, educativos y familiares, y especialmente a la población más vulnerable. La desigualdad se manifiesta incluso en la distribución de las vacunas”.