sábado, 31 de julio de 2021

Sacerdote católico detenido por los rebeldes, acusado de tener contactos con el ejército regular

Hakha, MYANMAR (Agencia Fides 31/07/2021) - El sacerdote católico P. Noel Hrang Tin Thang, párroco de la iglesia católica de la ciudad de Surkhua, en la diócesis de Hakha, ha sido detenido por las milicias locales del estado birmano de Chin, los grupos rebeldes armados del territorio, conocidos como “Hakha-CDF”, que se oponen a la dictadura militar. El grupo es conocido como las “Chinland Defence Forces” (CDF), situadas en el estado de Chin, al oeste de Myanmar, en la frontera con la India. El pasado mes de abril se formaron grupos de resistencia armada en el estado para luchar y oponerse a la represión llevada a cabo por el ejército Tatmadaw, el ejército regular de Birmania.
 

La detención se produjo el 25 de julio porque, según el portavoz de la CDF, el sacerdote está acusado de mantener contactos con el ejército de Myanmar y es sospechoso de ser un informador del ejército contra la resistencia. El sacerdote fue detenido junto con un catequista mientras compraba medicamentos para su pueblo en la capital, Hakha.
 

La comunidad local niega cualquier implicación política del sacerdote, que ya ha ayudado a muchos desplazados acogiéndolos en el recinto de su iglesia. Según ha referido a la Agencia Fides el P. Paul Thla Kio, sacerdote de Hakha, los rebeldes dicen haber visto al P. Noel Hrang Tin Thang tener contacto con un general del Tatmadaw.
 

El general, explica el padre Paul, es un católico que asiste a la iglesia y que iba a menudo a la residencia de los sacerdotes. De hecho, el sacerdote pidió al general que evitara los combates en la ciudad y el general escuchó su petición. Los sacerdotes católicos ponen sus recursos y su autoridad moral y espiritual al servicio de la población, para evitar el sufrimiento y el conflicto, trabajando por la paz.
 

De hecho, la Iglesia católica de la ciudad de Surkhua, en la diócesis de Hakha, se ha comprometido a proporcionar alojamiento y alimentos a muchos desplazados, entre ellos mujeres, ancianos y niños, que han huido de sus hogares a causa de los intensos combates entre el ejército birmano y las “Chinland Defence Forces” (FDC).


El padre Hrang Tin Thang, párroco de Surkhua, ha llevado a todos los ancianos, discapacitados y niños de la ciudad, incapaces de huir para esconderse en los bosques, a su iglesia parroquial, donde, gracias a la ayuda de las Hermanas del Caminito, una congregación religiosa local, les ofrece refugio, cuidados y alimentos, llevando a cabo una obra de caridad sin ninguna discriminación religiosa, destinada a los más débiles e indefensos.


Según ha informado a la Agencia Fides Paul Thla Kio, sacerdote local de la diócesis de Hakha, capital de Chin, incluso los militares birmanos, que controlaban el complejo, no han cometido actos de violencia, sino que animaron a los sacerdotes y a las religiosas a continuar con sus obras de misericordia y caridad, hacia la gente sin ninguna amenaza.