Brasilia, BRASIL (Agencia Fides, 05/11/2021) - Ofrecer una formación misionera específica a los misioneros enviados a la Misión Ad Gentes, dentro y fuera de Brasil: este es el objetivo general del Curso Ad Gentes promovido por el Centro Cultural Misionero (CCM), organismo de la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil (CNBB). El curso intensivo, de tres semanas de duración, se impartirá del 1° al 19 de noviembre, en modalidad virtual, debido a las restricciones provocadas por la pandemia, con clases diarias de cuatro horas cada mañana y la posibilidad de ampliar el estudio por la tarde.
Los destinatarios son misioneros, diáconos, personas consagradas,
seminaristas, laicos a punto de ser enviados a la Misión Ad Gentes. A
este curso asisten 20 personas, entre laicos y laicas, religiosos y
religiosas, y sacerdotes que se preparan, están en proceso de
discernimiento o ya están en misión.
El texto iluminador del Curso es el pasaje del Evangelio de Lucas (10,
33-34), el Buen Samaritano, que "vio, sintió compasión y se acercó a
él". Así, los discípulos de Jesús son invitados a colaborar en la
construcción del Reino de Dios. La formación de los misioneros es un
factor fundamental para el desarrollo de las actividades", se lee en la
presentación del curso. "Es necesario, en primer lugar,
responsabilizarlos y capacitarlos a través de un debate
interdisciplinario que indique caminos de acción, que provoquen una
identidad eclesial renovada, en sintonía con la situación histórica
actual. El enfoque del curso es la persona del misionero. El curso de
formación se desarrolla a través de diferentes y convergentes enfoques
de la misión: dimensión humano-afectiva; bíblica; histórica;
socio-ambiental y geográfica; teológica; eclesial; antropológica;
pedagógica; espiritual”.
En la apertura del curso de formación, el Obispo Auxiliar de Río de
Janeiro y Secretario General de la CNBB, Mons. Joel Portella Amado, se
dirigió a los participantes con “unas palabras de un hermano que os
admira y os da las gracias”. El obispo, que también es presidente de la
CCM, reflexionó sobre el "sí" de los misioneros y destacó la fraternidad
de toda la familia humana: "el misionero y la misionera dejan la
tranquilidad, por así decirlo, de su región, para mostrar, para dar
testimonio, de que todos sobre la faz de la tierra son hermanos y
hermanas".