El Cairo, EGIPTO (Agencia Fides, 02/04/2019) - Más de 6.000 cristianos coptos ortodoxos
están dispuestos a ir a Israel para celebrar en Jerusalén las
solemnidades litúrgicas de la Pascua, que este año, para la Iglesia
copta ortodoxa, cae el 29 de abril. Los datos, proporcionados por la red
de agencias de turismo, atestiguan el rápido crecimiento de las
peregrinaciones de los egipcios coptos a Israel, que a finales de los
años setenta del siglo pasado habían sido prohibidas por el patriarca
Shenuda III, que murió en 2012. En comparación con 2018, ha habido un
aumento de 1500 miembros en las peregrinaciones de cristianos
organizadas desde Egipto a Jerusalén. Las empresas turísticas egipcias
señalan que en el momento del desembarco en Israel, el sello de entrada
en el Estado judío no se estampará en los pasaportes egipcios, sino en
hojas especiales que se adjuntarán a su documento. También se especifica
que todos los peregrinos cristianos de Egipto se alojarán en lugares
gestionados
por palestinos, tanto en Jerusalén oriental como en Belén.
La presencia de peregrinos coptos ortodoxos egipcios en la Ciudad Santa,
que no ha dejado de crecer desde 2015, ha
evidenciado la superación de la prohibición de visitar Jerusalén que en
1979 impuso a sus fieles el entonces patriarca Shenuda III.
En los años en que el conflicto árabe-israelí se radicalizó, el
patriarca copto Shenuda III (1923-2012) prohibió a los fieles de su
Iglesia hacer peregrinaciones al Estado judío y no cambió de posición ni
siquiera después de la normalización de las relaciones entre Egipto e
Israel deseada por el presidente egipcio Anwar al-Sadat. Esta
prohibición nunca fue levantada formalmente, pero ya en 2014 el viaje a
Tierra Santa realizado por unos noventa cristianos coptos con ocasión de
la Semana Santa había dado a varios observadores la oportunidad de
subrayar la poca pertinencia de la disposición disciplinaria contra la
peregrinación, en el marco de las relaciones existentes entre los dos
países vecinos.
El viaje realizado en noviembre de 2015 a Jerusalén por el propio
patriarca copto ortodoxo Tawadros II, con ocasión del funeral del
arzobispo Abraham, jefe de la comunidad copta ortodoxa local, contribuyó
sin duda a alentar aún más las peregrinaciones de los coptos a Tierra
Santa. El viaje patriarcal, aunque presentado por la Iglesia copta
ortodoxa como "una excepción", fue ciertamente percibido por los coptos
egipcios como una señal elocuente de que el nuevo patriarca no tenía
intención de defender prohibiciones que penalizaran la vida espiritual
de los fieles.