“Agradezco a todos nuestros hermanos y hermanas cristianos que se hayan comprometido a abordar y resolver estos casos de secuestro, conversión forzada y matrimonios de niñas menores de edad. También aprecio el papel de la gente de sociedad civil y su apoyo para hacer justicia a las niñas y sus familias. Estoy agradecido a Bilawal Zardari por intervenir en el caso de Arzoo Raja, agradecemos al Consejo Médico, al poder judicial, a todos los líderes políticos y a los activistas de derechos humanos por abordar el tema y presentarse para denunciar el caso de Arzoo Raja y hacer justicia”, indicó el cardenal Joseph Coutts.
El cardenal Coutts también observó: “Hay leyes que reconocen y castigan los delitos cometidos; el culpable debe ser castigado de acuerdo con la ley del país porque secuestrar a alguien, obligarlo a casarse u obligarlo a cambiar de religión es un delito punible por las leyes vigentes”.
El encuentro fue organizado y moderado por el padre Saleh Diego, director de la Comisión de Justicia y Paz y Vicario General de la arquidiócesis de Karachi. Estuvieron presentes sacerdotes católicos, pastores de iglesias protestantes, abogados cristianos, activistas de derechos humanos, promotores de los derechos de las minorías, laicos y ciudadanos de otras religiones. Se instó a todos a trabajar juntos para promover la justicia y la igualdad de derechos para todos los ciudadanos. sin distinción de religión, cultura, etnia.
El padre Saleh Diego, dirigiéndose a una audiencia de alrededor de 100 personas, animó “continuar nuestros esfuerzos y trabajar en unidad y, al mismo tiempo, evitar difundir rumores inútiles y noticias falsas sobre casos de secuestros, conversiones forzadas y matrimonios”, advirtiendo así contra rumores no confirmados que después perjudican el devenir de casos y situaciones reales.
“Agradecemos a todos aquellos que han alzado su voz a través de las plataformas que proporcionan las redes sociales, pero esperamos que estos temas no se destaquen como temas religiosos. Primero somos ciudadanos paquistaníes y luego somos una minoría religiosa de Pakistán. Debemos apoyar a los funcionarios estatales, las fuerzas de seguridad y el poder judicial para hacer cumplir la ley y garantizar los derechos de todos”, concluyó el padre Saleh Diego.