Roma, ITALIA (Agencia Fides, 08/05/2021) - Cuando se dice que Palestina es Tierra Santa, hay
que añadir que “no existe Tierra Santa sin cristianos”, y que las
Autoridades palestinas consideran a los cristianos como “parte
integrante, esencial y consistente del pueblo palestino,
independientemente de cual sea el porcentaje de cristianos en
Palestina”. Así lo ha subrayado Riyad al Maliki, Ministro de Asuntos
Exteriores del Estado de Palestina, enumerando a este respecto algunas
medidas institucionales adoptadas por las Autoridades Palestinas con la
intención de contrarrestar la progresiva erosión numérica del componente
cristiano de la sociedad palestina: “Nosotros -explica el Ministro en
una entrevista exclusiva concedida a la Agencia Fides- no vemos a los
cristianos como una comunidad separada. Estaban en Palestina antes que
los musulmanes. Así que, en términos de ‘antigüedad’, por así decirlo,
preceden a los musulmanes en Palestina”. A estas consideraciones, el
representante del gobierno palestino atribuye también la decisión de
aumentar de 5 a 7 (de un total de 132) el número mínimo de escaños
reservados a los ciudadanos cristianos en el futuro Parlamento de
Palestina: “Los cristianos - explica Al
Maliki - son un componente esencial del pueblo palestino. Aunque
representen menos del 7%, se les concederán al menos 7 escaños en el
Parlamento para mostrar nuestro deseo de ver el regreso de los
cristianos que han emigrado, por lo que se ha decidido que estén
sobrerrepresentados en la asamblea parlamentaria”.
De hecho, en la sociedad palestina no han faltado signos de intolerancia
hacia los cristianos, incluso recientemente. En diciembre, en la Franja de Gaza, el partido islamista palestino Hamás
había dado instrucciones a los musulmanes para que limitaran su
“interacción” con las celebraciones cristianas de Navidad. “Este tipo de
planteamiento”, reitera categóricamente el ministro Al Maliki, “es algo
que no aceptamos, y no forma parte de nuestra cultura, nuestra
tradición y nuestra historia... Por este motivo, muchos líderes
religiosos y no religiosos han expresado su desacuerdo con ese
pronunciamiento en otras partes de Palestina, y Hamás acabó
retirándolo”. “Para nosotros - añade el Ministro-, lo que cuenta es lo
que hace el Presidente Mahmud Abbas. Él, que es musulmán, participa en
las misas de Navidad. Lo que hace el Presidente refleja lo que debería
hacer Palestina. El nuestro es un mensaje de convivencia y hermandad,
pertenecemos
a la misma familia, donde uno es cristiano y otro es musulmán. No se
puede jugar con la composición de la sociedad palestina. Y para
nosotros”, continua el representante del gobierno palestino, “el
cristianismo es un componente esencial. Por ello, un decreto
presidencial establece que el alcalde de Belén debe ser siempre
cristiano, y también el de Ramala, y lo mismo ocurre con Beit Sahour, y
Beit Jala... independientemente del porcentaje de cristianos que viven y
vivirán en esas ciudades”.
Sobre la condición de los cristianos en Palestina y en todo Oriente
Medio, el ministro Al Maliki pudo hablar el jueves 6 de mayo en Roma con
el arzobispo Paul Richard Gallagher, secretario del Vaticano para las
relaciones con los Estados. “Con la Santa Sede - informa el Ministro a
Fides -, queremos subrayar la importancia de nuestras relaciones
bilaterales, y también hablar de la situación en Jerusalén, donde están
aumentando los ataques a las mezquitas e iglesias, y los intentos de
impedir el acceso de musulmanes y cristianos a sus lugares de culto”.
Con los representantes del Vaticano, Al Maliki también abordó otros
temas, como “el crecimiento mundial de las sectas evangélicas”, un
fenómeno que “también debería preocupar a la Iglesia católica, y que nos
preocupa a nosotros como palestinos, dada su orientación
anti-palestina”.
La visita de Al Maliki a Roma se ha realizado en el marco de una gira
europea emprendida por el ministro palestino para reunirse, entre otros,
con el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergei Lavrov, y el
ministro de Asuntos Exteriores italiano, Luigi Di Maio. La visita de Al
Maliki tenía como objetivo comprobar qué pueden hacer las instituciones y
los países europeos “para presionar a Israel para que permita que las
próximas elecciones palestinas se celebren también en Jerusalén, y no
sólo en Cisjordania y la Franja de Gaza”. Las Autoridades Palestinas han
aplazado las elecciones generales -que debían celebrarse el 22 de mayo-
después de que Israel rechazara la petición de abrir las urnas en
Jerusalén. Los ministros de Asuntos Exteriores de los países de la Unión
Europea se reunirán el próximo lunes, “y nosotros -explica Al Maliki-
esperamos que la cuestión se plantee en esa reunión, para poder ejercer
una presión colectiva sobre Israel, y permitir que las
elecciones palestinas se celebren en Jerusalén”. Palestina no vota desde
2006, y algunos observadores han señalado que las autoridades
palestinas, ante la negativa israelí, podrían haber encontrado
soluciones alternativas para recoger los votos de los palestinos en
Jerusalén. “Pero Jerusalén - responde el ministro Al Maliki -, está en
Jerusalén, y no está en Ramallah.... Y esto no es una cuestión
técnico-administrativa. Está relacionado con la cuestión del estatus de
Jerusalén, que forma parte de los Territorios Palestinos Ocupados. Hay
quienes dicen: por qué no ponen los colegios electorales en consulados,
embajadas, oficinas de la ONU, o incluso en iglesias y mezquitas... pero
esto - continúa explicando el Ministro -, no es aceptable. Todo el tema
de las elecciones tiene que ver con Jerusalén, celebrar elecciones sin
Jerusalén, significa aceptar lo que dijo Donald Trump, y que Jerusalén
es la capital eterna e indivisa de Israel. Se trata de una cuestión
política, no de una cuestión técnica. Llevamos 15 años sin elecciones,
podemos aplazarlas unos meses más, pero no podemos dejar de lado la
cuestión de Jerusalén”. En anteriores elecciones palestinas, recuerda el
ministro, también se abrieron colegios electorales en Jerusalén Este,
porque “existe un acuerdo firmado en Washington en 1995, y en ese
acuerdo Israel aceptaba la celebración de elecciones palestinas en todos
los territorios palestinos, incluida Jerusalén”. Luego los israelíes
escucharon lo que dijo Trump, y ahora dicen que si permiten que las
elecciones palestinas se celebren en Jerusalén, eso equivaldría a dar
Jerusalén Este a los palestinos”.