Chiang Mai, TAILANDIA (Agencia Fides 07/05/2021) – “La campaña de vacunación contra el Covid-19 aquí en Tailandia va muy lenta, por lo que es difícil predecir cuándo mejorará la situación”, escribe a la Agencia Fides don Ferdinando Pistore, sacerdote fidei donum italiano que trabaja en Chiang Mai.
“Después de la Semana Santa, lamentablemente, hubo una tercera oleada y
tuvimos que suspender las misas con la participación de los fieles y
todas las actividades parroquiales. Obviamente, las actividades
pastorales y el contacto con la gente se ven afectados por las
limitaciones”.
“Además de la falta de contacto directo diario -continúa el misionero-,
lo que más nos apena a los misioneros es no poder conocer personalmente a
los grupos de refugiados birmanos que han sido alojados temporalmente
en el sur de la provincia de Lamphun, cuyo territorio corresponde al de
la parroquia de San Francisco a la que servimos. Los trabajadores
sociales, además de pedir ayuda a los monjes budistas, nos remiten a
nosotros que podemos estar cerca y colaborar.
Para nosotros, la situación de los birmanos es especialmente
conmovedora, porque la mayoría de los católicos que acuden a nuestra
parroquia son inmigrantes birmanos, que viven la preocupación y a veces
la angustia por la situación de sus familiares y amigos en su tierra
natal”. “Desgraciadamente - añade el P. Ferdinando -, a pesar de la
sensibilidad de los trabajadores sociales y de la colaboración general
de católicos y budistas, estaba previsto que el grupo de refugiados
irregulares sea repatriado”.
El misionero concluye diciendo que la situación, especialmente en
Bangkok, parece estar fuera de control, con unos dos mil contagios
diarios. “El hecho preocupante es que los contagios se han extendido a
la barriada. Una de las medidas en vigor este mes es la de multar a
quien salga de casa sin mascarilla con una sanción de hasta 20.000
baths, una cifra muy elevada para los trabajadores medios que
corresponde a casi dos meses de salario mínimo. La primera infracción se
castiga con una multa de 6.000 baths. Las escuelas ya estaban cerradas
por las vacaciones de verano y, por el momento, el cierre se ha
prolongado hasta el 1° de junio.