Mbabane, ESUATINI (Agencia Fides, 07/07/2021) - Se multiplican las alarmas de las
organizaciones internacionales por la situación en el pequeño Estado del
sur de África de Esuatini (antes Suazilandia). Tras el llamamiento a la
reconciliación lanzado en el Ángelus el domingo 4 de julio, también la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones
Unidas para los Derechos Humanos pidió “al gobierno que garantice que se
lleven a cabo investigaciones oportunas, transparentes, eficaces,
independientes e imparciales sobre todas las denuncias de violaciones de
los derechos humanos, incluidas las cometidas por la policía en el
contexto de las manifestaciones, y que los responsables rindan cuentas”.
El estallido de violencia en el reino de Esuatini en los últimos días es
muy preocupante, ya que los informes muestran docenas de personas
muertas o heridas en las protestas para pedir reformas democráticas.
La Reunión Interregional de Obispos de África Meridional (Inter-Regional
Meeting of the Bishops of Southern Africa - IMBISA, a la que adhieren
los obispos de Angola, Santo Tomé y Príncipe, Lesoto, Mozambique,
Namibia, Botsuana, Sudáfrica y Zimbabue) ha condenado “las ejecuciones
extrajudiciales, las detenciones indiscriminadas, los secuestros y las
torturas” cometidos por las fuerzas policiales en la represión de las
protestas. En su declaración, recibida por la Agencia Fides, los
miembros de IMBISA también condenan “la destrucción de la propiedad
tanto pública como privada” porque es un daño “al bien común ya que la
propiedad es necesaria para el desarrollo integral del país”.
En una nota del 2 de julio recibida en la Agencia Fides, el Consejo de
Iglesias de Suazilandia expresa su gran preocupación por la ola de
violencia que se está produciendo en todo el país y por los daños
causados a personas y bienes.
Los líderes de las confesiones cristianas de Esuantini se preguntan cuáles son las causas de la crisis. “El Covid-19 que ha afectado a todo el mundo ha trastornado la vida de muchas personas que han perdido sus puestos de trabajo, agravando así los ya altos niveles de pobreza que existen en el país. La falta de oportunidades laborales ha hecho que los jóvenes sean vulnerables y se sientan frustrados”.
Esto ha generado una ola de protestas que han sido brutalmente
reprimidas. Si la mayor parte de los saqueos son obra de los
manifestantes -señala la nota-, la policía ha sido responsable de
ejecuciones extrajudiciales, detenciones arbitrarias y torturas. “Hemos
recogido testimonios de personas que fueron secuestradas en sus casas
por agentes de seguridad y los familiares siguen buscándolos”,
denuncian.
“Nadie por sí solo tiene la solución para salir de la crisis”, dicen los
líderes cristianos, que apuntan al diálogo como la única forma de
encontrar una solución de compromiso que pueda ser aceptada por todas
las partes.