Bagdad, IRAK (Agencia Fides, 05/01/2022) En la mañana del martes 4 de enero, el cardenal
Louis Raphael Sako, patriarca de la Iglesia caldea, recibió en la
residencia patriarcal en Bagdad a una delegación del movimiento Sadrista
de Karkh, una zona de la capital iraquí situada al oeste del río
Tigris. Así lo informan las fuentes oficiales del Patriarcado Caldeo.
Aseguran estas fuentes que los representantes de la fuerza política
liderada por el líder chií Muqtada al Sadr han expresado al Patriarca
sus mejores deseos para el nuevo año y precisan que la conversación
entre ellos y el Primado de la Iglesia caldea se ha centrado en la
situación general del país y en las próximas fases de la campaña
político-legal impulsada precisamente con el apoyo del movimiento
Sadrista para devolver inmuebles, - casas y terrenos -, a los legítimos
propietarios cristianos a los que se les había sustraído ilegalmente por
sujetos particulares y grupos organizados.
El encuentro entre el Patriarca caldeo y los exponentes del movimiento
Sadrista adquiere un importante significado a la luz de la delicada fase
político-institucional que atraviesa Irak.
El 27 de diciembre, el Tribunal Supremo iraquí rechazó los recursos
interpuestos por algunas fuerzas políticas chiítas consideradas pro
iraníes que impugnaban los resultados de las elecciones parlamentarias
celebradas el 10 de octubre. La sentencia del Tribunal Supremo ratifica
así definitivamente el éxito electoral del movimiento Sadrista, que
ocupará en el Parlamento 73 de los 329 escaños disponibles. La Alianza
Fatah, que reunió a los grupos políticos chiítas que promueven la
apelación contra el resultado de las elecciones, controlará solo 17
escaños (mientras que en la anterior Asamblea Parlamentaria las mismas
fuerzas políticas estuvieron representadas por 48 miembros).
El último día de 2021, el presidente iraquí Barham Salih convocó la
primera sesión del nuevo Parlamento en la que los diputados deberán
elegir al presidente de la Asamblea Parlamentaria y los dos
vicepresidentes, así como formar los grupos parlamentarios. Dentro de
los 30 días posteriores a la toma de posesión, los nuevos parlamentarios
deberán elegir al nuevo Presidente de la República y luego, dentro de
los próximos 15 días, al nuevo Primer Ministro.
En el nuevo escenario político iraquí, el equilibrio de poder en el
Parlamento también confirma la nueva relevancia asumida por el líder
chií Muqtada al Sadr, conocido por haber sido también el fundador del
ejército Mahdi, la milicia, oficialmente disuelta en 2008 y creada en
2003, para luchar contra las fuerzas armadas extranjeras presentes en
Irak después de la caída del régimen de Saddam Hussein. Durante la
última década, los analistas han notado varios cambios en el líder,
quien en 2008 disolvió su milicia y no parece alinearse con Irán. En el
pasado, Muqtada al Sadr llegó a abogar por la superación del “sistema de
cuotas” que, desde la muerte de Saddam, ha regido la gestión del poder
en Irak sobre bases sectarias. En el país afectado en los últimos años
por la ofensiva yihadista, la proclamación del Califato Islámico con
base estratégica en Mosul y por la presencia de fuerzas diferentes y
potencialmente rivales en el frente heterogéneo que propició
la reconquista de casi todas las zonas que habían caído en manos de las
milicias yihadistas, Muqtada al Sadr ha intentado perfilarse como un
potencial mediador. Su visita a Arabia Saudita en julio de 2017 para
reunirse con el príncipe Mohammed bin Salman también se interpretó desde
esta perspectiva.
Hace exactamente un año, Muqtada al Sadr ordenó la
creación de un Comité encargado de recopilar y verificar noticias y
denuncias sobre casos de expropiación ilegal de inmuebles sufridos en
los últimos años por propietarios cristianos en varias regiones del
país. En el comunicado que anunciaba la campaña se indicaban los nombres
de los colaboradores de Muqtada al Sadr elegidos como miembros del
Comité, así como las direcciones de correo electrónico y cuentas de
whatsapp a las que los propietarios cristianos expropiados podían enviar
los documentos que demostraban la propiedad de bienes raíces sustraídos
ilegalmente en los últimos años por individuos o bandas organizadas. La
iniciativa del movimiento Sadrista, recogida por la Agencia Fides, desencadenó una curiosa competitividad entre bloques
políticos antagónicos, decididos a erigirse cada uno como representantes
de los intereses de los ciudadanos cristianos y defensores
de sus propiedades y derechos. El lunes 22 de noviembre, el juez Faiq
Zidan, presidente del Consejo Judicial Supremo, el máximo órgano
administrativo del poder judicial ordinario, recibió una delegación del
Movimiento Bablonia, grupo político considerado cercano a los partidos
chiítas pro iraníes que en las elecciones del 10 de octubre ganó cuatro
de los cinco escaños reservados para parlamentarios de fe cristiana. La
delegación incluía a Ryan al-Kildani, secretario general del Movimiento,
y Evan Faeq Yakoub Jabro, exministro de refugiados y migración del
gobierno saliente encabezado por Mustafa al Kadhimi. También durante esa
reunión, la entrevista se centró en los problemas relacionados con las
propiedades inmobiliarias de propietarios cristianos y en las medidas
que deben adoptarse para proteger sus derechos de propiedad.