Dosso, NÍGER (Agencia Fides, 07/01/2022) – “Tuve que salir de la ciudad de Gaya y ahora
estoy en Dosso, a unos 140 kilómetros de distancia, de donde, por
razones de seguridad, no puedo moverme”, escribe a la Agencia Fides el
padre Rafael Marco Casamayor, religioso de la Sociedad de Misiones
Africanas (SMA).
“Sin embargo, he estado en contacto casi diario con los responsables del
Centro de Iniciativas y Ayuda Social (CIES) que abrimos en Gaya y que
se dedica a acoger y formar a niños ciegos. Me enteré de estos pequeños
que asistían a una escuela católica en la ciudad y, durante una de mis
visitas, me impresionó profundamente Hamida, una niña que me recitó un
poema titulado 'Mañana, la luz'”, explica el misionero.
“He vuelto frecuentemente a esta escuela hasta que la directora me
sugirió verme con el inspector educativo. De ese encuentro nació el
proyecto CIES para ayudar a los niños de las familias más humildes con
comida, transporte, ropa y material escolar. Empezamos con un grupo de
voluntarios, algunos profesores y otros formadores. Descubrí entonces
que hay muchos niños ciegos en toda la región, sobre todo por
oncocercosis, y que muchos son una vergüenza para la familia, una
maldición; por eso, los esconden y encierran en casa, los privan de toda
vida social que no sea pedir limosna por las calles”.
El padre Rafael habla de la casa que alquilaron para poder acogerlos,
equipada con mesas, sillas, literas, vajilla, cocina. Explica que les
ofrecen de lectura y escritura en braille, ejercicios de orientación,
juegos para ciegos y clases para aprender a tocar instrumentos
musicales. “Durante el último año pusimos en marcha un taller para que
todos, tanto para los niños como para nosotros, animadores y fundadores,
pudiéramos descubrir juntos este mundo nuevo”, cuenta el misionero.
“Unos días antes de Navidad, todas las personas que trabajan y colaboran
en el CIES vinieron a saludarme a Dosso y celebramos y recordamos las
dificultades superadas, el esfuerzo y la alegría de haber realizado un
sueño que ensancha nuestras almas”, concluye el misionero de la SMA.