miércoles, 14 de marzo de 2012

Leer en los números crecientes de la inmigración, "un nuevo Éxodo de personas que buscan paz, reclaman derechos, huyen del hambre y la sed"

ROMA, ITLALIA (Agencia Fides 13/03/2012).  Los Obispos de la CEMi (Comisión Episcopal Italiana para las Migraciones), al final de su reunión del 12 de marzo, han querido recordar, a un año de distancia, el viaje de la esperanza que ha llevado, a través de la revolución que ha investido el norte de África, a más de 62,000 personas a desembarcar en Italia en 2011; 52,000 de los cuales desembarcaron antes en la isla de Lampedusa. "A un año de distancia - escriben los Obispos - no hemos olvidado las imágenes de las barcazas cargadas con numerosos hombres, mujeres y niños; los muchos cadáveres en la bodega de una embarcación o arrastrados por las olas a la costa. Así como no podemos olvidar la solidaridad, la generosidad de muchos voluntarios, el trabajo de tantos marineros, la acogida de Lampedusa y de muchas parroquias y diócesis italianas, junto con los momentos de impaciencia y miedo".

El texto pone de relieve como Lampedusa ha sido el "signo de contradicción" de una Italia y una Europa que, por un lado, "poseen una extraordinaria riqueza cultural, una profunda conciencia de los derechos, una rica tradición cristiana", pero que en esta ocasión, han tenido el peligro de "encerrarse en sí mismos, rechazar, repeler, de acrecer los temores en lugar de ayudar en estas nuevas y desesperadas historias de personas y familias. Las contradicciones de Lampedusa son, a su vez, las contradicciones de nuestras comunidades cristianas, inseguras ante la lectura de un fenómeno que cada vez crece y enviste los lugares cotidianos de nuestra vida, como es la movilidad de las personas: del Sur al Norte de Italia, del Este al Oeste de Europa, del Sur al Norte del mundo. Leer en estos números de la inmigración que crecen no sólo un dato estadístico, sino un nuevo Éxodo de personas que buscan la paz, reivindican sus derechos, huyen del hambre y la sed, hermanos en camino, significa interpretar la historia a través de los ojos de la fe y construir nuestra comunidad como casas, tiendas donde todo el mundo pueda encontrar hospitalidad". 
 
El texto recuerda, por último el 25º aniversario de la Migrantes, de la que ha sido aprobado hace poco el estatuto renovado, haciendo hincapié en la importancia de esta organización eclesial para ayudar a leer, siguiendo la óptica de la fe y la proclamación del Evangelio, el fenómeno de la movilidad humana y, en ella, la fragilidad y la minoría: "la historia migratoria actual de nuestro país, la posición de Italia en el centro del Mediterráneo, hace que siga siendo un importante lugar de evangelización y promoción humana".