La protesta ha sido organizada y dirigida por el “Comité Nacional por la Paz y la Armonía Interreligiosa” en colaboración con otros grupos de la sociedad civil. Los manifestantes han gritado a coro consignas pidiendo el regreso de la niña a su familia y el castigo de los secuestradores.
Nasir Raza, presidente del Comité en la región de Sindh, ha declarado: “Exigimos justicia para Arzoo Raja y también pedimos que se tomen medidas efectivas de inmediato para proteger a las niñas no musulmanas. Se espera que Ali Azhar, el secuestrador de la niña, un hombre de 44 años, sea arrestado y castigado por secuestrar a una niña menor de edad, obligarla a una conversión religiosa y casarse con ella”. El episodio va en contra de la Ley de Protección Infantil y la Ley de Matrimonio Infantil, “y es suficiente para castigar a los secuestradores también por la creación de documentos falsos y certificados de matrimonio falsos”.
Anthony Naveed, miembro de la Asamblea Provincial de Sindh, representante del Partido Popular de Pakistán, jefe de un comité formado por la Iglesia Católica y la Iglesia de Pakistán, anunciando a la Agencia Fides una batalla legal ha dicho: “La audiencia del caso ha comenzado y el magistrado pronto emitirá una orden. Hemos presentado en la corte documentos que certifican que Arzoo Raja es menor de edad. El abogado del secuestrador ha presentado los documentos que prueban el libre albedrío de la conversión de la niña y para el matrimonio. Disputamos la falsedad de estas afirmaciones”.
Asad Butt, vicepresidente de la Comisión de Derechos Humanos de Pakistán en Karachi dijo: “Todo ser humano tiene derecho a la libertad, nadie puede ser obligado a cambiar de religión y casarse con alguien. El caso debe tratarse en virtud de la Ley de matrimonio infantil. Todos los involucrados en este incidente deben ser castigados de acuerdo con la ley”.
Sabir Michael, activista por los derechos de las minorías, comenta a Fides: “Es alarmante ver el aumento de los casos de secuestro y conversión forzada. Ocurre especialmente con mujeres de minorías religiosas. Condenamos enérgicamente este episodio e instamos al gobierno de Pakistán y al gobierno de Sindh a que hagan todos los esfuerzos posibles para proteger a las niñas y hacer justicia a las víctimas de estos casos. Estos casos afectan negativamente la imagen de nuestro país y debilitan la posición de Pakistán en las Naciones Unidas”.