Beirut, LÍBANO (Agencia Fides, 03/05/2021) - Un “gracias" a Arabia Saudí por permitir al menos a los camiones libaneses bloqueados en la frontera entrar en su territorio y descargar sus mercancías, antes de desencadenar el embargo impuesto por Riad a las importaciones de productos agrícolas libaneses. Y al mismo tiempo, un nuevo llamamiento para encomendar a una conferencia internacional auspiciada por la ONU la solución de la crisis sistémica que desde hace tiempo azota al País de los Cedros, con consecuencias cada vez más graves sobre la condición de toda la población. Estos son los dos pasajes más relevantes que el Patriarca maronita Béchara Boutros Raï ha querido dedicar a la actualidad libanesa, durante la homilía pronunciada en la celebración eucarística del domingo 2 de mayo, dedicada a Nuestra Señora del Líbano. “Doy las gracias a los dirigentes de Arabia Saudí que han permitido la entrada de camiones libaneses en su territorio”, ha dicho el Patriarca entre otras cosas, expresando la esperanza de que los dirigentes de la monarquía saudí vuelvan pronto sobre sus pasos, retirando la reciente disposición que prohíbe la entrada en Arabia de productos agroalimentarios procedentes del Líbano.
La medida restrictiva, según informa la Agencia Fides, fue ordenada tras la operación de las fuerzas de seguridad
saudíes que frustraron en el puerto de Jeddah un sensacional intento de
importación en el Reino de 5,3 millones de pastillas de Captagon (droga
sintética) en cajas procedentes del Líbano que supuestamente contenían
granadinas. Las restricciones se mantendrán – habían advertido a las
autoridades saudíes– hasta que Líbano ofrezca “garantías suficientes y
fiables” para poner fin a lo que Riyad ha calificado de “operaciones
sistemáticas de contrabando contra el Reino”.
Las disposiciones saudíes – ha comentado el Patriarca en su homilía -
están repercutiendo negativamente en la ya maltrecha economía libanesa.
El Primado de la Iglesia maronita ha querido destacar que la policía
libanesa ya ha iniciado operaciones para desmantelar las redes de
narcotraficantes que producen y venden drogas en Oriente Medio y que
usan el Líbano como un centro esencial, perpetuando su tráfico sin tener
en cuenta las fronteras entre Estados e incluso las divisiones
territoriales relacionadas con situaciones de conflicto.
En el transcurso de su homilía, el cardenal Raï ha reiterado las razones
que le han llevado en repetidas ocasiones a repetir el llamamiento a
convocar una conferencia internacional auspiciada por la ONU, con el fin
de dar un anclaje internacional al ejercicio de una auténtica
“neutralidad libanesa” con respecto a los conflictos y enfrentamientos
entre ejes de fuerza que están desgarrando Oriente Medio desde hace
décadas. La reciente crónica política – ha insistido el Patriarca-
confirma que el Líbano no podrá recuperarse de la crisis en la que se ha
sumido si no se convoca una “Conferencia Internacional para declarar su
neutralidad. Fuera de este camino - ha añadido el cardenal libanés -,
el Líbano irá de una crisis a otra, de una guerra a otra y de un fracaso
a otro, y daremos la impresión de ser un pueblo que no sabe
gobernarse”. La solución a los problemas del Líbano – ha señalado el
Patriarca - ni siquiera puede identificarse con la superación del
estancamiento político que desde el pasado mes de octubre impide al
Primer Ministro en funciones, el suní Saad Hariri, formar un nuevo
gobierno. “Es cierto - ha indicado el cardenal Raï -, que necesitamos un
gobierno, pero debemos resolver los problemas y conflictos que impiden
al Líbano ser un país normal”. Entre las urgencias que hay que abordar
sin vacilar para evitar la disolución del Líbano, el Patriarca Raï ha
recordado también la necesidad de devolver a su país a los refugiados
sirios actualmente desplazados en los territorios libaneses, y de
abordar de una vez por todas la emergencia de los campos de refugiados
palestinos presentes en el Líbano desde hace décadas.