miércoles, 26 de septiembre de 2012

"La amistad es la clave para vencer los temores mutuos entre cristianos y musulmanes", dice a Fides el Obispo de Laghouat


Roma, Italia (Agencia Fides, 26/9/2012) - "Hay que informarse y no tomar todo lo que se propone en la prensa y la televisión como una representación real del mundo musulmán. Se muestran únicamente los aspectos negativos, y en cambio, es importante contar con información objetiva sobre lo que ocurre en los países islámicos", dice a Fides Mons. Claude Rault, Obispo de Laghouat. "Estoy de paso por Roma, pero me doy cuenta de que cada vez que vuelvo a Europa se advierte una cierta desconfianza contra los musulmanes. 

Desafortunadamente hay mucha ignorancia en ambas comunidades, lo que alimenta el temor mutuo. En su lugar, es necesario salir al encuentro del otro para crear lazos de amistad, y a través de ellos se podrá formar una imagen diferente del otro" subraya el Obispo.
"Vivo en Argelia desde 1970 y puedo decir que gozo de un clima de sincera amistad que me ha permitido disipar los temores entre las dos comunidades. Tenemos una excelente relación con la población local que dura desde hace décadas. Se nota una cierta tendencia islamista, pero es marginal en relación al conjunto de la población", dice Mons. Rault, que pertenece a los Misioneros de África (Padres Blancos).

La diócesis de Laghouat comprende toda la parte del Sahara de Argelia, en la frontera de Malí, Níger, Mauritania, Marruecos, Libia y el sur de Túnez, así como el Sahara Occidental. En la diócesis entra también Tinduf, en cuyos campos viven 150.000 refugiados saharauis desde hace más de 30 años. "En Tindouf dirigimos dos programas: uno para la nutrición de las mujeres, especialmente las madres, y otro para enseñar francés, que nos hemos vimos obligados a parar por razones internas a la situación de los campos", señala el Obispo. 

La comunidad católica se compone de 100-150 personas, repartidas en una superficie de dos millones de km2, con una población de aproximadamente 4 millones de habitantes. "La presencia católica - explica Mons. Rault - se compone de pequeñas comunidades que van desde un pequeño monasterio con 3 religiosas o religiosos a cominidades de un máximo de treinta personas. Nuestras relaciones dependen del mundo musulmán que nos recibe. Nuestros religiosas por ejemplo, junto con mujeres argelinas musulmanas, participan en una serie de actividades en favor de las mujeres: desde cursos de costura y bordado hasta actividades en favor de las familias donde hay personas con discapacidad. Además ayudamos a algunas asociaciones en la creacción de guarderías".

"Los religiosos dirigen algunas bibliotecas: una gran biblioteca de estudio en el Sahara, a la que asisten investigadores, y dos bibliotecas que prestan libros a los estudiantes, a los que ofrecemos también una ayuda linguistica en Francés, Inglés, Italiano y español", afirma Mons. Rault.

"La figura de Charles de Foucauld todavía está muy presente en el Sahara - continúa el Obispo -. Hay varias comunidades contempaltivas de Petits Frères de Jesús, de Petites Soeurs de Jesús y de Petites Soeurs de Sacre Coeur, y Petits Frères de l'Evangile que tienen muy buena relación con los argelinos. Estas comunidades han estado marcadas por la tragedia de los siete monjes asesinados en Tibhirine en 1996. "No se puede separar la tragedia de los monjes de Tibhirine de lo que ocurria en Argelia en ese momento", dice Mons. Rault. "Argelia ha sufrido mucho durante la guerra civil que suró 10 años. En este período se produjeron aproximadamente 150.000 muertes. No podemos olvidar estos muertos cuando se habla de los monjes de Tibhirine. A menudo se olvida que 93 imanes fueron asesinados porque se opusieron a la violencia, así como unos sesenta periodistas. Afortunadamente salimos de esa tragedia, y hay que reconocer que el Presidente Bouteflika ha hecho mucho para detener la violencia y dar al país una paz real", concluye el Obispo.