Según el padre Samuel Lepcha, sacerdote del Vicariato, “esta es una decisión verdaderamente encomiable. La gente aprecia este esfuerzo y recibe un gran regalo. La iniciativa nos permite difundir y profundizar en la Palabra de Dios, fundamento de nuestra fe”. De esta manera se mantiene vivo un cordón umbilical entre los líderes de la Iglesia local y los fieles dispersos en diversas partes del país y necesitados de una relación directa, a nivel humano y espiritual, con sus sacerdotes y religiosos.
Los laicos católicos nepaleses están apreciando mucho estas catequesis, tal y como explica a Fides Fidelma Tuladhar, una de las participantes en el proyecto: “Agradecemos al obispo Simick esta ayuda que nos permite ir a las raíces de la fe. Es muy interesante conocer las fuentes y los orígenes de nuestra religión”.
Rose Pradhan, madre de familia, explica que “dado que nuestras iglesias están cerradas debido al COVID-19 y no nos es posible celebrar los sacramentos en comunidad, las catequesis que nos ofrece el obispo son una fuente de aprendizaje que nutre nuestro espíritu y fortalece nuestra fe”.
Los católicos constituyen una pequeña parte de la población cristiana de Nepal, que en su mayoría es protestante. Según el Directorio Católico de Nepal, hay alrededor de 8.000 católicos en el país, principalmente en la región oriental.