"En la firme esperanza de la resurrección, bendecimos a Dios por su fecundo ministerio sacerdotal, vivido con celo y fervor, en estos cinco meses, desde su ordenación, que tuvo lugar el 3 de mayo", reza el comunicado enviado a la Agencia Fides.
El padre Adriano da Silva Barros tenía 36 años. Un primer informe policial apunta a su muerte con un cuchillo, pero el cuerpo fue parcialmente incendiado. Un agricultor de la zona rural de Manhumirin, al ver el fuego desde lejos, dio la alarma para apagarlo.
El funeral se celebró el jueves 15 de octubre en la parroquia del municipio de Martins Soares, su tierra natal, presidido por Mons. Emanuel Messias de Oliveira, obispo de Caratinga, y concelebrado por los sacerdotes de la diócesis.