El padre Roland también recuerda “las cartas de Francisco Javier que dieron a conocer en Europa su actividad misionera en los países asiáticos, inflamando así muchos corazones para la misión”. “Francisco Javier, enfrentándose a Ignacio de Loyola, se preguntaba: ¿qué he hecho por Cristo?, ¿qué estoy haciendo por Cristo?, ¿qué debo hacer por Cristo? Ignacio lo instó a mirar más allá de sí mismo y a abrazar el mundo entero. Francisco Javier sintió la necesidad de predicar la Buena Nueva al mundo entero. Cuando llegó a Goa, Francisco Javier no conocía el idioma local. Lo aprendió, hizo traducir el catecismo y lo enseñó en el idioma local. Al principio se burlaron de él y lo insultaron. Pero después la gente vio la autenticidad y la santidad en este hombre y lo apreciaron como una persona auténtica, un promotor de la paz y el bien”.
Hoy el Santo une a personas de todas las religiones, como indicó el Primer Ministro de Goa, Pramod Sawant en su mensaje, destacando “el carácter de unidad y la bendición que fortalece el tejido social en tiempos de pandemia”.
Por primera vez en 400 años, la solemne Eucaristía de la fiesta de San Francisco Javier, celebrada hoy 3 de diciembre en la Basílica de Bom Jesu en Goa, ha sido transmitida online y por televisión debido a las restricciones impuestas por el coronavirus. Los fieles participaron en la celebración desde sus hogares. Por estas restricciones, tampoco se ha llevado a cabo la peregrinación a la basílica de Bom Jesu para la Novena de San Francisco Javier que congrega a fieles de todo el país. Solo un representante por parroquia pudo asistir para venerar el cuerpo de San Francisco Javier que se conserva en la Basílica.