Port au Prince, HAITÍ (Agencia Fides, 08/07/2021) - Hace unas horas se ha difundido en la
prensa local la noticia de que la policía de Haití ha matado a cuatro
"mercenarios" y ha detenido a otros dos, considerados responsables de la
emboscada que costó la vida al ex presidente Jovenel Moise. “Desde hace más de dos años, la isla de Haití está en manos
de bandas de delincuentes que desestabilizan el país con una ferocidad
sin precedentes, bloqueando las carreteras, matando a la gente y, sobre
todo, organizando la próspera industria del secuestro, sin mirar a nadie
a la cara y sin ninguna piedad”. Así lo escribe a la Agencia Fides el
padre Antonio Menengon, misionero camilo, responsable de Midian
Orizzonti Onlus, una asociación que trabaja en Italia y en las misiones
camilianas en el extranjero, sobre este nuevo y atroz episodio de
violencia.
“A pesar de esta gravísima situación - continúa el p. Antonio - los
camilos presentes en Haití continúan su incansable labor para hacer
funcionar el hospital Foyer Saint Camille y el centro de discapacitados
Foyer Saint Camille, la escuela, las obras para la construcción de
viviendas y la campaña de alimentos que ayuda a miles de familias a
sobrevivir a esta tremenda situación”.
El sacerdote confirma que trabajar en un contexto de violencia cotidiana
se hace cada vez más difícil y subraya lo importante que es estar ahí y
dar una respuesta concreta a los enfermos, a los discapacitados, a los
que no tienen trabajo, sin vivienda y sin comida.
“Queremos estar cerca de esta población agotada por la violencia y el
hambre, tan trágicamente presente que la pandemia de COVID-19 queda
eclipsada -dice el camilo-. Nuestros Misioneros están en primera línea
para dar respuestas concretas a una población ahora en descontrol total y
completa desesperación y piden nuestra ayuda en la oración y la
solidaridad para poder seguir, a pesar de todo, dando vida y
respondiendo cada vez con mayor compromiso a la desesperación de tantas
personas, dándoles una migaja de esperanza”.
En esta época de violencia, en la que ha aumentado el número de niños
enfermos, heridos y discapacitados, el Hospital Foyer Saint Camille
mantiene su compromiso. “A estas alturas”, explica el padre Antonio, “ya
no se puede hablar de pobreza, sino de una miseria espantosa. Desde
hace varios años, hemos incrementado la ayuda alimentaria a miles de
familias que han experimentado y siguen experimentando no sólo la
virulencia de Covid-19, sino también la multiplicación excesiva del
virus del hambre. Muchos no pueden ni siquiera permitirse una choza de
chapa, cartón y barro; se ven obligados a alquilar un colchón para
dormir por la noche y tener una choza se ha convertido en un mero
espejismo. Para responder a esta nueva emergencia hemos reanudado la
construcción de pequeñas casas para ayudar al menos a las familias
numerosas y darles cobijo. Sólo en los últimos tres meses ya hemos
construido 21 y seguiremos haciéndolo porque dar un techo y estabilidad a
padres con 5 o
6 hijos es aportar seguridad, higiene y salud y sobre todo prevenir la
inadaptación social y las enfermedades”.