miércoles, 22 de enero de 2014

Pide el Santo Padre que “La fe sea instrumento de unidad”


CIUDAD DEL VATICANO, 22 enero 2014 (VIS).- En los saludos en francés, inglés, alemán, español, portugués, polaco y árabe, el Papa FRANCISCO dirigiéndose a los fieles de lengua árabe, en especial a los procedentes de Egipto ha dicho: “Que la fe no sea un motivo de división sino un instrumento de unidad y comunión con Dios y con los hermanos. Y que la invocación del nombre del Señor no sea un motivo de cerrazón, sino un camino para abrir el corazón al amor que une y enriquece”.


También ha saludado, en italiano, a los participantes en el Encuentro de los Coordinadores Regionales del Apostolado del Mar, exhortándoles a “hacerse voz de los trabajadores que viven lejos de sus seres queridos y hacen frente a situaciones de peligro y dificultad”.


Estas fueron sus palabras en castellano:


“Queridos hermanos y hermanas:


Estamos celebrando la semana de oración por la unidad de los cristianos, que concluirá el próximo sábado, fiesta de la Conversión de san Pablo. Se trata de un tiempo dedicado a la oración para que, como quiere el Señor, todos los bautizados seamos una sola familia (cf. Jn 17,21). El tema propuesto para este año se refiere a la pregunta que san Pablo dirigió a los cristianos de Corinto, que se encontraban divididos en distintas facciones: «¿Acaso está dividido Cristo? (1 Co 1,13) así dijo san Pablo. No, Cristo no está dividido. Sin embargo, debemos reconocer con dolor que en nuestras comunidades se dan divisiones que son un escándalo y que afectan a la credibilidad y eficacia de nuestro compromiso evangelizador. Ahora bien, Pablo no sólo les reprende por sus disputas, sino que también da gracias a Dios por los dones que ha derramado en ellos. También nosotros, a pesar del sufrimiento causado por las divisiones, debemos aprender a reconocer con gozo los dones que Dios ha concedido a otros cristianos, y a recibirlos con un corazón grande y generoso. Para esto se requiere mucha oración, humildad, reflexión y una continua conversión.


Saludo con afecto a los peregrinos de lengua española, en particular a los grupos venidos de España, Argentina, México y otros países latinoamericanos. Invito a todos a que llenos de gozo por el don de la filiación divina que hemos recibido en el bautismo, sepamos reconocer con alegría y humildad los dones que Dios concede a otros cristianos. Que Dios los bendiga”.