miércoles, 22 de octubre de 2014

Audiencia General del Papa FRANCISCO: “¡La Iglesia es el Cuerpo de Cristo!”


CIUDAD DEL VATICANO, 22 octubre 2014 (VIS).- El Santo Padre FRANCISCO, como cada miércoles, ha celebrado la Audiencia General celebrada a las 10:00 horas en la Plaza de San Pedro. Una hora antes,recibió en el salón adyacente al Aula Pablo VI a los jugadores del Club de Fútbol del Bayern de Múnich.

A continuación, después de recorrer la plaza en su papamóvil para saludar a todos los presentes, retomó el ciclo de catequesis dedicado a la Iglesia, centrándose en la Iglesia como Cuerpo de Cristo y definiéndola como ''la obra maestra del Espíritu, que infunde en cada uno la vida nueva de Cristo Resucitado y nos coloca al lado del otro, para servirlo y apoyarlo, convirtiéndonos en un solo cuerpo, construido en la comunión y el amor''. Sin embargo, destacó que no es sólo ''un cuerpo construido en el Espíritu: ¡La Iglesia es el Cuerpo de Cristo! Y no es sólo una forma de hablar: ¡Lo somos realmente! ¡Es el gran regalo que recibimos el día de nuestro Bautismo!''.

El Papa indicó que sería bueno recordar más a menudo lo que somos y lo que hizo por nosotros el Señor Jesús. ''Somos su cuerpo -dijo-, ese cuerpo que nada ni nadie le puede arrebatar y que él recubre con toda su pasión y su amor, como un esposo lo hace con su esposa''. Asimismo señaló que las divisiones, las envidias, las incomprensiones y la marginación ''no están bien, porque, en lugar de construir y hacer crecer a la Iglesia como Cuerpo de Cristo, la fracturan en muchos pedazos, la desmiembran''. En este contexto recordó algunos consejos que el apóstol Pablo daba a los Corintios, que ya en su época debían afrontar las mismas dificultades y que valen también hoy para nosotros. ''No ser celosos, sino apreciar en nuestras comunidades los dones y las cualidades de nuestros hermanos; acercarse y participar en el sufrimiento de los más pobres y los más necesitados; expresar la propia gratitud a todos y, por último, -finalizó- no considerar a nadie más importante que a otro, sino en la caridad considerarse como miembros los unos de los otros, que viven y se dan a sí mismos en beneficio de todos''.

Al final de la catequesis, el Pontífice saludó a los peregrinos y fieles allí reunidos en francés, inglés, alemán, español, portugués, polaco y árabe, dedicando unas palabras a los empleados de la compañía aérea ''Meridiana'' de la Comunidad Diocesana de Tempio Ampurias (Cerdeña - Italia) que están viviendo momentos muy difíciles de incertidumbre laboral. ''Espero -concluyó- que se pueda encontrar una solución equitativa que tenga en cuenta, ante todo, la dignidad de la persona humana y las necesidades esenciales de las familias... lanzo un llamamiento a todos los responsables: ¡por favor, ninguna familia sin trabajo!''.

Estas fueron sus palabras en castellano:


Queridos hermanos y hermanas:

En la catequesis de hoy, nos preguntamos en qué sentido y por qué decimos que la Iglesia es el Cuerpo de Cristo.

No se trata simplemente de un modo de hablar, sino de una expresión llena de contenido. La Iglesia es una obra maestra del Espíritu Santo que, infundiendo en cada uno de nosotros la vida nueva del Señor Resucitado, nos congrega en la unidad, hasta el punto de convertirnos en un solo Cuerpo, edificado sobre la comunión del amor. Es en el Bautismo donde nos unimos realmente a Cristo Cabeza y a los hermanos como miembros del mismo cuerpo.

El Apóstol San Pablo descubre un reflejo de la profundidad de este vínculo en el matrimonio cristiano, al que compara con la unión de Cristo con su Iglesia. El auténtico amor, que crea comunión, no presume ni se engríe, no lleva cuentas del mal recibido y goza haciendo el bien, no tiene envidia, sino que considera a los demás mejores que sí mismo, sufre con los últimos y necesitados, y valora y reconoce a quienes hacen los servicios más humildes y escondidos.

Saludo a los peregrinos venidos de España, México, Panamá, Costa Rica, Argentina, Perú, Chile y otros países latinoamericanos. Queridos hermanos, invoquemos también nosotros al Espíritu Santo para que su gracia y la abundancia de sus dones nos ayuden a vivir de verdad como Cuerpo de Cristo y como signo visible y hermoso de su amor. Muchas gracias”.


 
La Audiencia General concluyó con el canto del Pater Noster y la Bendición Apostólica impartida por el Papa FRANCISCO.