viernes, 2 de enero de 2015

Presidente egipcio Abdel Fattah al-Sisi a líderes de al-Azhar: hace falta una “Revolución religiosa”


El Cairo, EGIPTO (Agencia Fides, 02/01/2015) – El mundo islámico no puede seguir siendo percibido como “una fuente de ansiedad, peligro, muerte y destrucción” para el resto de la humanidad. Y los líderes religiosos del Islam deben “salir de sí mismos” y promover una “revolución religiosa” para erradicar la intolerancia y sustituirla por una “visión más iluminada del mundo”. Si no lo hacen, tendrán que asumir “ante Dios” la responsabilidad de llevar la comunidad islámica por caminos de ruina. Son las palabras duras y categóricas del presidente egipcio, Abdel Fattah al-Sisi pronunciadas en un discurso al inicio del año ante los académicos y líderes religiosos de la universidad de Al-Azhar – el mayor centro teológico del Islam sunita – reunidos junto con los responsables del Ministerio de Asuntos Religiosos. En el discurso, el presidente de Egipto, ha señalado un “pensamiento equivocado” - según él opuesto al auténtico Islam – formado por un mosaico de ideas y textos que “hemos sacralizado en los últimos años” y que conduce a toda la comunidad islámica a “enemistarse al mundo entero”. En la opinión de al-Sisi, los procesos desencadenados por la perversión islamistas deben ser bloqueados: “¿cómo es posible,- ha dicho entre otras cosas el líder político árabe- que 1 billón y 600 millones de personas puedan pensar que para vivir deben eliminar al resto de los 7 billones de habitantes del mundo? No, ¡eso es imposible!”.


El discurso de al-Sisi ha usado fuertes tonos de amonestación sobre todo a los líderes religiosos del mundo islámico: “Lo que estoy diciendo”, ha dicho, entre otras cosas el presidente egipcio “no podéis percibirlo si permanecéis atrapados en esta mentalidad. Tenéis que salir de vosotros mismos y observar esta forma de pensar desde fuera, para erradicarla y reemplazarla con una visión más iluminada del mundo”. Según Sisi se necesita una “revolución religiosa”, y los imanes y muftíes son “responsables ante Dios” de las decisiones que determinarán el futuro de toda la comunidad islámica. “El mundo entero” ha remarcado el líder político árabe “está a la espera de vuestro próximo movimiento. Porqué la Umma islámica se está desgarrando, se está destruyendo y perdiendo, a través de la obra de nuestras propias manos”.