Ciudad de México, MÉXICO (Agencia Fides, 24/06/2019) - "El origen de la violencia en México
es la ausencia de Dios en la vida individual y comunitaria de las
personas, lo que las hace inhumanas y crueles". Así, mons. Carlos
Garfías Merlos, arzobispo de Morelia y vicepresidente de la Conferencia
Episcopal Mexicana, se refirió a la Agencia Fides acerca de los
alarmantes datos sobre los secuestros y raptos registrados en la Ciudad
de México. Según la Secretaría Ejecutiva del Sistema Nacional de
Seguridad Pública, hubo un aumento del 271% de estos fenómenos, sólo en
el último año del 28% en comparación con el 2018.
Responsable del Plan Nacional para la Construcción de la Paz, de acuerdo
con el Gobierno Federal, mons. Garfias explicó que, para promover un
proceso de paz en México, es esencial integrar a los jóvenes: "Somos
conscientes de que muchos jóvenes se sienten atraídos por la facilidad
de los ingresos y por eso es urgente proponer programas de formación
profesional para que todos aquellos que quieran continuar sus estudios
tengan el pleno apoyo de la familia, de la sociedad y de la Iglesia. Las
becas y el apoyo de la escuela intermedia y secundaria son necesarios
para aquellos que se encuentran en dificultades financieras. Además,
también se han establecido acuerdos con algunas empresas que buscan
trabajadores juveniles".
"La propuesta de la Iglesia de combatir la violencia -explica monseñor
Garfias- prevé la atención a las víctimas, un programa de promoción de
la paz, que incluye el empoderamiento y la formación de agentes
pastorales para atender a las víctimas, y la reivindicación de las
mismas en un proceso de recuperación en el contexto social".
El arzobispo también dijo que en lugares donde hay mucha violencia "la
vida cotidiana procede normalmente a menos que haya episodios dramáticos
o de fuerte impacto como en el caso de los Estados de Michoacán y
Guerrero".
Hablando de desigualdad social, mons. Garfias propuso la creación de un
Centro de Pastoral Social en Acapulco, en la parroquia de Costa Azul,
que alberga a fieles acomodados, y donde se proponen programas de
atención a los jóvenes, economía y solidaridad de apoyo escolar para
fomentar un vínculo entre los más ricos y los menos ricos.
Finalmente, sobre el tema de los migrantes, el vicepresidente del
episcopado mexicano dijo que "es importante esforzarse por garantizar la
igualdad de condiciones para toda la población y ayudar a todos
aquellos que se encuentran en situación de necesidad y de emergencia,
como los migrantes".