Abuja, NIGERIA (Agencia Fides, 19/06/2019) Fue liberado por la policía p. Isaac Agubi,
sacerdote que sirve en la iglesia del Santo Nombre de Ikpeshi, situada a
230 km de la ciudad de Benin, capital del estado de Edo en el sur de
Nigeria. El sacerdote había sido secuestrado el domingo 16 de junio a lo
largo de la carretera Auchi-Igarra, alrededor de las 5 de la tarde,
cuando regresaba a casa después de celebrar la misa. La policía, ayudada
por algunos cazadores prácticos de la zona, pudo localizar el refugio
de los secuestradores en el bosque. Durante la liberación del sacerdote,
uno de los bandidos resultó herido.
Los secuestradores parecen ser un grupo de Pël, un grupo étnico de
pastores nómadas, que en Nigeria y otros países de África Occidental
(donde se les conoce como Peuls) se han convertido en protagonistas de
incursiones y ataques violentos contra otras poblaciones, sufriendo a su
vez cruentas venganzas. En la última semana, en el norte de Nigeria, la
violencia relacionada con la problemática de los Pël y otros actos
cometidos por Boko Haram han causado la muerte de más de 150 personas,
mientras que otras nueve han sido secuestradas.
En el estado de Sokoto, el 15 de junio, 25 personas perdieron la vida en
las incursiones, probablemente cometidas por los fulani, en tres
aldeas. En otro incidente, una mujer y su hijastro fueron secuestrados
por una banda de pastores en la carretera del aeropuerto, en la ciudad
de Osi, estado de Ondo, de camino a la misa dominical.
El 12 de junio, en el ataque contra una formación militar, un oficial y
20 soldados resultaron muertos en el estado de Borno. El Estado Islámico
de África Occidental (ISWA), una formación nacida de una costilla de
Boko Haram, reivindicó la responsabilidad del ataque.
El 14 de junio, al menos 34 personas murieron en un ataque perpetrado
por un grupo armado que atacó tres aldeas de la zona de Shinkafi, en el
estado de Zamfara. Los bandidos motociclistas prendieron fuego a las
casas y dispararon a todos en el camino.
Hace unos días, mons. Augustine Akubeze, arzobispo de Benin City y
presidente de la Conferencia Episcopal de Nigeria, denunció "el nivel de
inseguridad sin precedentes" y la "total
impunidad" de quienes siembran el caos y la destrucción en el país.