Arica, CHILE (Agencia Fides, 27/06/2019) - Cerca de 700 migrantes venezolanos, entre ellos
niños de todas las edades que necesitan atención urgente, mujeres
embarazadas, enfermos expuestos a las inclemencias del tiempo y la
impotencia de no poder realizar su proyecto, han quedado atrapados en la
frontera entre Chacalluta y Santa Rosa, frontera norte de Chile. Se les
negó la entrada por falta de documentación y, por lo tanto, se ven
obligados a vivir en una situación deplorable.
El obispo de la diócesis de San Marcos de Arica, que es la más
septentrional de Chile, mons. Moisés Atisha, el vicario general,
Mauricio Cáceres, y el padre Beto, encargado del Incami (Instituto
Católico Chileno de Migración) Arica, fueron a verificar la situación de
estos hermanos y hermanas venezolanos en el terreno.
"Hablamos con las autoridades del gobierno central y local - informa la
nota de la diócesis recibida por la Agencia Fides - pero lo más
importante fue escuchar las historias de las personas afectadas, y rezar
con ellas, para que tan pronto como sea posible se busquen soluciones
humanitarias con gestos concretos". El mismo día de la visita, el
gobierno autorizó la entrada a Chile de familias venezolanas con hijos
menores de edad. El obispo Atisha acompañó el movimiento de las familias
en autobús hasta el consulado chileno en Tacna, expresando la intención
de la diócesis de San Marcos de Arica de contribuir a una solución. La
diócesis incluye las provincias de Arica y Parinacota en la región del
mismo nombre.
"La realidad de las migraciones en el mundo debe ser entendida desde el
comienzo de la humanidad -está escrito en la nota de la diócesis- y nos
desafía constantemente como sociedad en busca de las claves para
asegurar la dignidad propia del Evangelio de Jesucristo. De esta manera
ponemos en práctica lo que el Evangelio nos dice: `Yo era un emigrante y
tú me acogiste...'. (Mt 25,31)".
La Iglesia diocesana de San Marcos de Arica, a través de la atención
pastoral a los migrantes, ha lanzado un llamado a "redoblar nuestras
acciones en esta situación de emergencia humanitaria que vivimos hoy, a
través de una
campaña de colaboración con nuestros hermanos migrantes
venezolanos". La ayuda (agua, pañales, zumos de frutas, leche, etc.) se
recogerá en los locales del colegio San Marcos de Arica. "Agradecemos la
atención evangélica y la solidaridad con nuestros hermanos venezolanos"
concluye el texto de la diócesis.