Niamey, NIAMEY (Agencia Fides, 18/06/2019) - "Después de nueve meses de ausencia del padre
Pierluigi Maccalli, por primera vez rezamos junto a los líderes
musulmanes de la capital". Cuenta a Fides el padre Mauro Armanino,
sacerdote de la Sociedad de Misiones Africanas (SMA). El misionero
organizó un encuentro de oración en Niamey con motivo del noveno mes
después del secuestro de su hermano, raptado el 18 de septiembre de
2018.
"El encuentro de oración fue en la capilla de Sainte Monique de la
Francophonie ayer 17 de junio. Participaron el obispo de Niamey, un
pastor y los otros miembros del comité de diálogo intra y
interreligioso. Durante una hora fue posible imaginar que la paz, -la
"convivencia de las diferencias", como la llamó el padre Gigi-, podría
abrirse camino a través de las heridas de todos, musulmanes y
cristianos, unidos en el dolor de las familias de muchos fieles
asesinados o desaparecidos. En la destrucción de los lugares de culto y
en la profanación de la aventura humana, la vida se une bajo las mismas
frágiles esperanzas. Durante una hora se creyó en que los caminos que
conducen a la paz pueden, en la presente ausencia de un rostro,
encontrarse uno con el otro".
Observa el padre Armanino: "Hay ausencias graves, ausencias creativas,
ausencias fructíferas, ausencias como heridas en las que, como en los
surcos, se puede sembrar un futuro diferente", escribe el padre
Armanino. Y continúa: "Hace solo dos días atacaron algunas iglesias en
la capital económica del país, Maradi. Pero
estamos seguros de que ni la violencia ni el odio al otro tienen la
última palabra. Seguimos rezando y esperando al padre Gigi ".