Beirut, LÍBANO (Agencia Fides, 27/06/2019) - En el municipio de Hadath, parte del distrito
urbano de Baabda, en los suburbios del sur de Beirut, las autoridades
locales confirman las disposiciones administrativas destinadas a impedir
que las tierras y las casas de los propietarios cristianos se vendan a
compradores musulmanes. El alcalde George Aoun, en los últimos días,
confirmó en declaraciones a los medios de comunicación locales que él y
su equipo de colaboradores han optado por ampliar las disposiciones que
entraron en vigor en 2010 para tratar de mantener el frágil equilibrio
demográfico en esa zona urbana. Estas medidas -subrayó George Aoun- se
ajustan al espíritu de la Constitución libanesa, ya que la protección
del componente cristiano frente a cualquier amenaza de erosión es en sí
misma una contribución esencial para garantizar la coexistencia pacífica
interreligiosa en la sociedad libanesa, preservándola de las tensiones y
los conflictos sectarios. El alcalde George Aoun
también informó que las decisiones tomadas por la administración
municipal de Hadath para proteger la demografía local fueron apoyadas
por el presidente libanés Michel Aoun (cristiano maronita), el líder
chiíta Hassan Nasrallah (jefe del partido Hezbolá) y el presidente
parlamentario Nabih Berri, también chiíta.
Sólo en Hadath, el 14 de marzo de 2018, se
inauguró la primera estatua dedicada al papa Francisco en el Líbano y en
todo Oriente Medio, en el signo de la convivencia entre las
diferentes comunidades religiosas y en el horizonte de una ciudadanía
compartida. En esa ocasión, los presentes en la inauguración pudieron
escuchar algunos discursos también propuestos por el arzobispo maronita
Boulos Matar y por mons. Ivan Santus, secretario de la Nunciatura
Apostólica en el Líbano. El jeque Khalil Rizk, jefe de relaciones
exteriores de Hezbollah, también participó en el acto.
Fuentes locales, contactadas por la Agencia Fides, informaron en esa
ocasión que el alcance de ese evento también debería entenderse a la luz
de los problemas registrados allí con respecto a la coexistencia social
e interreligiosa. En esa zona urbana, en el pasado reciente, ha habido
un creciente activismo inmobiliario por parte de los representantes de
la comunidad chiíta, que pretenden apropiarse de tierras y propiedades
pertenecientes a familias maronitas cristianas. No es casualidad -
señalaron entonces las fuentes contactadas por Fides - que la
inscripción que aparece junto a la estatua del papa Francisco muestre
las palabras con las que el pontífice invitó a los cristianos de Oriente
Medio a permanecer en las tierras donde nacieron, a confesar su fe en
Cristo y a ofrecer en su nombre su contribución a la coexistencia
pacífica en todo Oriente Medio.