sábado, 10 de septiembre de 2011

Carta de Benedicto XVI por atentados del 11 de Septiembre

CIUDAD DEL VATICANO (www.ssbenedictoxvi.org - Sept. 10).  El Papa Benedicto XVI ha escrito una carta a Monseñor Timothy Michael Dolan, Arzobispo de New York y Presidente de la Conferencia Episcopal de los Obispos Católicos de los Estados Unidos de América (U.S.C.C.B.), en ocasión del X aniversario de los atentados del 11 de Septiembre:

                                                  
                                                               A mi Venerado Hermano
                                                           Reverendo Timothy M. Dolan
                                        Presidente de la Conferencia Episcopal de los Obispos 
                                                Católicos de los Estados Unidos de América

¡Gracia a vosotros y paz de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo! 
 
En este día mi pensamiento se dirige a los sombríos acontecimientos de Septiembre 11, 2001, cuando tantas vidas inocentes se perdieron en el brutal asalto a las torres gemelas del World Trade Center y los  demás ataques en Washington D.C. y Pennsylvania. Me uno a vosotros para encomendar a las miles de víctimas a la misericordia infinita de Dios Todopoderoso y en pedir a nuestro Padre celestial continúe consolando a quienes lloran la pérdida de seres queridos.

La tragedia de ese día se ve agravada por la afirmación de los perpetradores "que actúan en el nombre de Dios". Una vez más, debe ser declarado inequívocamente que ninguna circunstancia puede justificar actos de terrorismo. Cada vida humana es preciosa a los ojos de Dios y no se deben escatimar esfuerzos en el intento de promover en todo el mundo un verdadero respeto a los derechos inalienables y a la dignidad de los individuos y lde os pueblos en todas partes.
 
El pueblo Americano se destacó por la valentía y la generosidad que mostró en las operaciones de rescate y por su resistencia en el movimiento empujando con esperanza y confianza. Es mi ferviente oración, un firme compromiso con la justicia y una cultura global de solidaridad que ayudará a librar al mundo de los agravios que a menudo dan lugar a actos de violencia y crear las condiciones para una mayor paz y prosperidad, ofrececiendo un brillante y más seguro futuro.

Con estos sentimientos, os dirijo mi más afectuoso saludo a usted, a vuestros hermanos Obispos y a todos quienes están a vuestro cuidado pastoral, y os imparto de corazón mi Bendición Apostólica como prenda de paz y serenidad en el Señor.  

Desde el Vaticano, Septiembre 11, 2011 

                                                        
                                                                 BENEDICTUS PP. XVI


(Traducido del original inglés por www.ssbenedictoxvi.org)