CIUDAD DEL VATICANO, 29 SEP 2011 (VIS).- El Papa Benedicto XVI mantuvo esta mañana un encuentro con las delegaciones del ayuntamiento, las comunidades religiosas, las fuerzas del orden italianas y los dependientes de Castel Gandolfo, localidad cercana a Roma donde el Pontífice transcurre el verano.
"En estos meses -dijo el Santo Padre en su discurso- he podido admirar, una vez más, la diligencia y la generosa labor de tantas personas que se esfuerzan para garantizar la necesaria asistencia a mis colaboradores y a mí, así como a los invitados y los peregrinos que vienen a visitarme. Por todo ello, deseo expresar mi más profundo reconocimiento a cada uno de vosotros, que me habéis hecho posible una estancia serena".
"Por mi parte, os aseguro que no dejaré de rezar por todos vosotros y por vuestras intenciones, y os pido que me recordéis en la oración. El Señor, rico en bondad y misericordia, que nunca deja sin su ayuda a quienes confían en Él, sea siempre vuestro firme apoyo".
Ayer por la tarde, el Pontífice se despidió de las personas que trabajan en las villas pontificias de Castel Gandolfo y les agradeció el servicio que desempeñan en la custodia de esos lugares.
"En estos parajes -dijo el Papa- se vive en continuo contacto con la naturaleza y en un clima de silencio. Me alegra esta circunstancia porque una y otro nos acercan a Dios: la naturaleza, en cuanto obra maestra salida de las manos del Creador; el silencio, porque nos permite pensar y meditar sin distracciones en lo esencial de nuestra existencia (...) En un ambiente como éste es más fácil encontrarse a sí mismo, escuchando la voz interior, podría decir, la presencia de Dios, que da sentido profundo a nuestra vida".