CIUDAD DEL VATICANO, 23 Junio 2013
(VIS).- El Papa FRANCISCO recibió esta mañana a los miembros de la
Asociación de los Santos Pedro y Pablo con sus familias, y les dio
las gracias por la labor caritativa que desempeñan y por su
colaboración en el buen orden de las celebraciones desarrolladas en
el Vaticano.
"Sé -comentó el
Pontífice- que entre bastidores hay mucho trabajo de
organización. Y sé que, además de vuestro servicio de recepción
en la Basílica de San Pedro en las celebraciones litúrgicas,
vuestro apostolado se extiende también a actividades culturales y de
caridad. La caridad, la atención concreta a los demás, a los más
pobres, débiles y necesitados, es un sello distintivo del
cristiano".
Servir a la Iglesia y a los hermanos
sin pedir nada a cambio, dijo el Santo Padre, "es hermoso: es
servir como lo hizo Jesús. Jesús nos sirvió a todos y no pidió
nada a cambio. Esto es hermoso: Jesús hizo las cosas gratuitamente y
vosotros hacéis las cosas gratuitamente. Vuestra recompensa es esta:
¡la alegría de servir al Señor, y de hacerlo juntos!". Hay
que servir "con magnanimidad, tener un corazón grande,
ensanchar el corazón, siempre sí, con paciencia, ensanchar, amar a
todos, y no con un corazón pequeñito, esas pequeñeces, esas
pequeñas cosas que nos hacen tanto daño", subrayó Papa
FRANCISCO.
Por último, el Obispo de Roma dio la
bendición a los presentes y les pidió que pensaran "en
todas las personas a las que amáis: vuestra familia, vuestros
amigos, para que la bendición venga sobre ellos. Pero también en
algunos a los que no queréis tanto, algunos que os hacen daño,
algunos con los que estáis un poco enfadados. Pensad también en
estos, y que la bendición sea también para ellos".
La asociación nació por voluntad de
Pablo VI, que en 1970 disolvió los Cuerpos armados pontificios,
entre ellos la Guardia Palatina de Honor, creada por Pío IX en 1850
para agrupar, en la Casa del Papa, a diversos representantes de los
fieles romanos deseosos de manifestar a la Sede Apostólica su
fidelidad incondicional. Los pertenecientes al cuerpo militar fueron
llamados a entrar a formar parte de un nuevo organismo, la Asociación
de los Santos Pedro y Pablo, cuyo estatuto aprobó Pablo VI en 1971.
Los miembros de la Asociación,
articulada en las secciones de Liturgia, Cultural, Caritativa, y una
secretaría general, se dedican a diversas iniciativas de
voluntariado organizado con la intención de dar testimonio de vida
cristiana, apostolado y fidelidad a la Sede Apostólica.