miércoles, 23 de abril de 2014

Audiencia General del Papa FRANCISCO: "¿Por qué buscáis entre los muertos al que está vivo?"


CIUDAD DEL VATICANO (http://catolicidad.blogspot.com Abril 23 de 2014). La Audiencia General de esta mañana se celebró a las 10.30 horas en la Plaza de San Pedro, donde el Santo Padre FRANCISCO – que anteriormente había saludado a los enfermos reunidos en el Aula Pablo VI – se ha encontrado con grupos de fieles provenientes de Italia de de todas artes del mundo.


En su discurso en lengua italiana, el Pontífice ha centrado su meditación en el misterio de la Resurrección de Jesús.


Este es el texto íntegro de la Audiencia Papal:


¡Queridos hermanos y hermanas, buenos días!

Esta emana es la semana de la alegría: celebramos la Resurrección de Jesús. Es una alegría verdadera, profunda, basada en la certeza que Cristo ahora resucitado, ya no muere más, porque está vivo y activo en la Iglesia y en el mundo. Tal certeza habita en corazón de los creyentes desde aquella mañana de Pascua, cuando las mujeres fueron al sepulcro de Jesús y los ángeles les dijeron: «¿Por qué buscan entre los muertos al que está vivo?» (Lc 24,5). "¿Por qué buscáis entre los muertos al que está vivo?" Estas palabras son como un hito en la historia; también como una "piedra de tropiezo" ¡si no nos abrimos a la Buena Noticias, si pensamos que da menos fastidio un Jesús muerto que un un Jesús vivo! En cambio, ¿cuántas veces en nuestro camino cotidiano, tenemos la necesidad de escuchar: "¿Por qué buscáis entre los muertos al que está vivo?". ¿Cuántas veces buscamos la vida entre las cosas muertas, incluyendo cosas que no pueden dar vida, entre las cosas que hoy son y mañana no serán más, las cosas que pasan... "¿Por qué buscáis entre los muertos al que está vivo?"

Lo necesitamos cuando nos cerramos en una forma cualquiera de egoísmo o de autocomplacencia; cuando nos dejamos seducir por los poderes terrenos y por las cosas de este mundo, olvidando a Dios y al prójimo; cuando ponemos nuestra esperanza en vanidades mundanas, en el dinero, en el éxito. Entonces la Palabra de Dios nos dice: "¿Por qué buscáis entre los muertos al que está vivo?". ¿Por qué estáis buscando allí? Esa cosa no puede darte vida! Sí, tal vez te dará una alegría de un minuto, un día, una semana, un mes... ¿después? "¿Por qué buscáis entre los muertos al que está vivo?". Esta frase debe entrar en el corazón, y debemos repetirla. ¿La repetimos juntos tres veces? ¿Hacemos el esfuerzo? Todos: "¿Por qué buscáis entre los muertos al que está vivo?" [repite con la gene] Hoy, cuando regresemos a casa, digamosla desde el corazón, en silencio, y hagamonos esta pregunta: ¿porque yo en la vida busco entre los muertos al que está vivo? Nos hará bien.


No es fácil estar abiertos a Jesús. No es evidente aceptar la vida de Resucitado y su presencia en medio de nosotros. El Evangelio nos muestra diferentes reacciones: la del apóstol Tomás, la de María de Magdala y la de los dos discípulos de Emaús: nos hace ien confrontarnos con ellos, Tomás pone una condición a la fe, pide tocar la evidencia, las heridas; María Magdalena llorando, lo ve pero no lo reconoce, se da cuenta de que sólo Jesús cuando Él la llama por su nombre; los discípulos de Emaús, deprimidos y con sentimientos de derrota, llegan al encuentro con Jesús dejándose acompañar por el misterioso viajero. ¡Cada uno por diversos caminos! Ellos estaban buscando entre los muertos al que está vivo y fue el mismo Señor para corregir el camino. Y yo ¿qué hago? ¿Qué ruta sigo para encontrar al Cristo vivo? Él estará siempre cerca de nosotros para corregir la ruta si nos habíamos perdido.


«¿Por qué buscáis entre los muertos al que está vivo?» (Lc 24,5). Esta pregunta nos hace superar la tentación de mirar atrás, a lo que era ayer, y nos empuja hacia el futuro. ¡Jesús no está en el sepulcro, está Resucitado! Él es el Viviente, Quien siempre renueva su cuerpo que es la Iglesia y le hace caminar tirando de Él. "Ayer" es la tumba de Jesús y la tumba de la Iglesia, el sepulcro de la verdad y de la justicia; "Hoy" es la resurrección perenne hacia la que nos impulsa el Espíritu Santo, dándonos la plena libertad.


Hoy viene dirigido a nosotros esta interrogante. Tú, ¿por qué buscáis entre los muertos al que está vivo en tí que se encierra a sí mismo después de un fracaso y que ya no tiene la fuerza para orar? ¿Por qué buscáis entre los muertos al que está vivo, tu que te sientes solo, abandonado por los amigos, y tal vez incluso por Dios? ¿Por qué buscáis entre los muertos al que está vivo, tu que has perdido la esperanza y tu que te sientes encarcelado por sus pecados? ¿Por qué buscáis entre los muertos al que está vivo tu que aspiras a la belleza, a la perfección espiritual, a la justicia, a la paz?



¡Necesitamos sentir repetir y recordarnos los unos a los otros la advertencia del ángel! Esta admonición, «¿Por qué buscáis entre los muertos al que está vivo?», nos ayuda a salir de nuestros espacios de tristeza y abrir los horizontes de la alegría y de la esperanza. Esa esperanza que remueve las piedras de los sepulcros y nos anima a anunciar la Buena Nueva, capaz de generar vida nueva para los demás. Repitamos esta frase del ángel para tenerla en el corazón y en la memoria y después cada uno responda en silencio: "¿Por qué buscáis entre los muertos al que está vivo?" ¡Repítamosla! [Repite con la gente] Hermanos y hermanas, ¡Él está vivo, y con nosotros! ¡No vayamos a tantos sepulcros que yo prometen cualquier cosa, belleza, y después no dan nada! ¡Él está vivo! ¡No busquemos entre los muertos al que está vivo! Gracias.


Posteriormente el Papa saludó a los fieles en francés, inglés, alemán, español, portugués, polaco y árabe.

En castellano dijo:



Queridos hermanos y hermanas:


En estos días celebramos con alegría el gran misterio de la resurrección de Cristo. Es una alegría autentica, profunda, que se basa en la certeza de que Cristo resucitado no muere más, sino que vive y actúa en la Iglesia y en el mundo. No es fácil aceptar la presencia del resucitado en medio de nosotros. La pregunta que el ángel dirigió a las mujeres, aquella mañana de Pascua: "¿Por qué buscan entre los muertos al que está vivo?", nos debe interrogar también a nosotros. Buscamos entre los muertos al que vive cada vez que nos encerramos en el egoísmo o en la autocomplacencia, cuando nos dejamos seducir por el poder y las cosas de este mundo, olvidando a Dios y al prójimo, cuando ponemos nuestra esperanza en vanidades mundanas, en el dinero o el éxito; cada vez que perdemos la esperanza o no tenemos fuerzas para rezar, cada vez que nos sentimos solos, abandonados de los amigos, e incluso de Dios, cada vez que nos sentimos prisioneros de nuestros pecados. La advertencia del ángel nos va ayudar a salir de nuestras tristezas y a abrirnos a la alegría y a la esperanza. La esperanza que remueve las piedras de los sepulcros y nos empuja a anunciar que Jesús está vivo.


Saludo con afecto a los peregrinos de lengua española, en particular a los grupos venidos de España, México, Costa Rica, Colombia, Uruguay, Argentina y otros países latinoamericanos. Que en este tiempo de Pascua abramos nuestra vida al encuentro con Cristo resucitado, Cristo vivo, el único que puede dar verdadera esperanza”.

 
La Audiencia General concluyó con el canto del Pater Noster y la Bendición Apostólica impartida por el Santo Padre FRANCISCO.


(Traducción del original italiano: http://catolicidad.blogspot.com)