viernes, 18 de abril de 2014

En la Misa “en la Cena del Señor”, el Pontífice explica el significado del lavado de pies



Imagen: AFP

CIUDAD DEL VATICANO (http://catolicidad.blogspot.com – Abril 18 de 2014). A las 17:00 horas de ayer Jueves Santo, el Papa FRANCISCO ha dejado el Vaticano para dirigirse al Centro “Santa Maria de la Providencia” de la Fundación don Gnocchi, en Via Casal del Marmo, en la zona Casalotti-Boccea de Roma, donde a las 17:30, celebró la Santa Misa “en la Cena del Señor”, inicio del Triduo Pascual.


En la celebración participaron los huéspedes acompañados de sus familiares, los trabajadores y los voluntarios así como el personal responsable del Centro.


En el curso de la Santa Misa, el Papa FRANCISCO ha cumplido con el rito de lavar los pies a 12 discapacitados de diversas edades, etnias y confesiones religiosas, en representación de todos los pacientes asistidos en los 29 Centros operativos en Italia.


El Santo Padre explicó brevemente el significado del gesto del lavatorio de pies con estas palabras:


Hemos sentido lo que Jesús hizo en la Última Cena: es un gesto de despedida. Es como la herencia que nos deja. Él es Dios y se hizo siervo, servidor nuestro. Y ésta es la herencia: también vosotros debéis ser servidores uno de los otros. Él hizo este camino por amor: también vosotros tenéis que amaros y ser servidores en el amor. Ésta es la herencia que nos deja Jesús. Y hace este gesto de lavar los pies, que es un gesto simbólico: lo hacían los esclavos, los siervos, a los comensales, a la gente que venía al almuerzo, a la cena porque en aquel tiempo las calles eran todas de tierra y cuando entraban a casa era necesario lavarse los pies. Y Jesús hace un gesto, un trabajo, un servicio de esclavo, de siervo. Eesto lo deja como herencia entre nosotros. Nosotros tenemos que ser servidores unos de los otros. Y por esto, la Iglesia, en el día de hoy, que se conmemora la Última Cena, cuando Jesús ha instituido la Eucaristía, también hace, en la ceremonia, este gesto de lavar los pies, que nos recuerda que nosotros debemos ser siervos unos de los otros. Ahora yo haré este gesto, pero todos nosotros, en nuestro corazón, pensemos en los otros y pensemos en el amor que Jesús nos dice que debemos de tener para con los otros; y pensemos también cómo podemos servirles mejor, a las otras personas. Porque así Jesús lo quiso de nosotros”.